La labor que llevan a cabo los selectores de fondos no es fácil y, por ello, desde la plataforma Sharing Alpha han elaborado un listado con los diez mejores selectores de fondos españoles de 2020. En concreto, los selectores que mejor nota han recibido en nuestro país han sido Patricia Ribelles (Orienta Capital), Daniel Roig (Tio&Codina Asesores), Ismael García (Mapfre Gestión Patrimonial), José Carlos Guerrero (Tressis), Fernando Llorente (Altex Partners Gestión), Inmaculada Brescó (Abante Asesores), Pilar Cañabate (Andbank Wealth Management), Santiago de la Plata (Unicorp Patrimonio), Carlos Prado (Premaat) y Óscar Muntane (Banca March).
Selector de fondos | Entidad | ||
Patricia Ribelles | Orienta Capital | ||
Daniel Roig | Tio&Codina Asesores | Ismael García | Mapfre AM |
José Carlos Guerrero | Tressis | ||
Fernando Llorente | Altex Partners | ||
Inmaculada Brescó | Abante Asesores | ||
Pilar Cañabate | Andbank Wealth Management | ||
Santiago de la Plata | Unicorp Patrimonio | ||
Carlos Prado | Premaat | ||
Óscar Muntane | Banca March |
Aprovechando este ranking con el top 10 de selectores, les hemos preguntado cuál es el asset allocation de sus carteras modelo para los próximos doce meses y esto es lo que nos han respondido.
Pilar Cañabate, gestora de carteras en Andbank WM
Como dicta el refrán: “ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos”. 2020 se ha coronado como uno de los peores años de la historia pero si nos detenemos a revisar las rentabilidades a final de año vemos que no fue tan malo… ¿Será bueno 2021? Dependerá de la forma en la que estemos posicionados en las carteras.
En nuestro caso vemos un horizonte favorable para la renta variable frente a la renta fija pero hay que discriminar muy bien. El apoyo del paquete fiscal americano junto a la rotación desde los sectores “Covid winners” a los “Covid losers”, la cual tiene todavía mucho margen, nos hace posicionarnos con un sesgo a pequeñas compañías americanas value a través de fondos como el T. Rowe Price US Smaller Companies. Además, añadimos un componente anti frágil en las carteras a través de estrategias como las megatendencias, la seguridad o las energías renovables son dos de ellas muy presentes mediante los fondos Nordea Climate & Environment o el Pictet Security.
En el lado más conservador, la constante inyección de estímulos por parte de los bancos centrales en los países desarrollados nos empuja a buscar valor en los bonos corporativos de países emergentes. Estos pueden verse beneficiados de un dólar estable y un gobierno demócrata. Uno de los fondos seleccionados para ello sería el AS EM Corporate Bond.
Esperamos que con nuestro posicionamiento a finales de 2021 podamos decir que ha sido un año bueno.
Santiago de la Plata, product analyst en Unicorp Patrimonio
En nuestra asignación a renta fija, tenemos por un lado activos core como cédulas hipotecarias europeas, deuda agregada global y crédito corporativo de grado de inversión global y europeo. Por otro lado, utilizamos estrategias de renta fija flexible que sean capaces de moverse entre los distintos segmentos en función del mercado. Adicionalmente, añadimos fondos de mayor riesgo como deuda financiera, high yield europeo de corto plazo y convertibles que nos aporten un mayor carry y convexidad. Por último, de un tiempo a esta parte, hemos empezado a incluir activamente deuda de la región asiática a través de bonos gubernamentales y supranacionales chinos en divisa local, crédito denominado en dólares de corta duración y high yield.
Respecto a renta variable, defendemos desde hace tiempo la idoneidad de gestionar en base a tendencias que consideramos van a crecer a un ritmo superior a la economía global (cambios en los hábitos de consumo, demografía, cambio climático, seguridad…). Nos centramos en fondos temáticos que sean capaces de identificar aquellos sectores y compañías que se vean beneficiados, dejando atrás la asignación geográfica en base a donde cotizan. En cuanto al estilo valor, en el que estamos hablando de sectores cíclicos, preferimos jugarlo a través de turismo e infraestructuras.
En alternativos, apostamos por estrategias long/short de renta variable en áreas y sectores donde la dispersión sea elevada (Europa y tecnología, respectivamente), market neutral del sector inmobiliario y long/short de crédito con baja direccionalidad a mercado. De manera táctica, tenemos una estrategia de volatilidad a modo de cobertura.
Patricia Ribelles, investment analyst en Orienta Capital
El escenario central para 2021 que planteamos en el comité de inversiones de Orienta Capital es el de una economía mundial recuperándose en 2021 de forma gradual. Pero muy dependiente de la evolución de la pandemia y de las medidas de soporte económico adicional que podrían ralentizar o acelerar esta recuperación.
Por ello, seguirá siendo esencial mantener carteras que puedan soportar diversos escenarios económicos y resistir ante cualquier imprevisto que pueda surgir.
De este modo, seguimos construyendo carteras que combinan inversiones tradicionales vía fondos de inversión junto con inversiones alternativas de carácter ilíquido. La combinación de ambas estrategias, donde ya acumulamos años de expertise, ofrece la diversificación que buscamos para el entorno actual frente a la cartera típica de sólo activos tradicionales.
Bajando al detalle de las categorías de activo, mantenemos carteras con abundante liquidez que nos aporta flexibilidad para actuar con agilidad cuando encontremos valoraciones más atractivas. En la renta fija seguimos sin encontrar demasiado valor y mantenemos una fuerte infraponderación. En renta variable mantenemos igualmente un peso inferior a la neutralidad ante unas valoraciones elevadas y optando por un sesgo a calidad. Por último, primamos la inversión en activos reales que nos aportan descorrelación con el resto de las categorías. Entran aquí inversiones como el oro y la exposición a empresas cotizadas de materias primas, así como los proyectos de economía real con un sesgo importante a la generación de rentas.
En definitiva, sigue siendo esencial construir carteras resilientes que puedan soportar diversos escenarios económicos que puedan abrirse camino a lo largo de 2021.
Daniel Roig, socio-director de Tió&Codina Asesores
Este año 2021 se prevé que sea el año de la recuperación económica y creemos que el apetito por el riesgo volverá a los mercados. La renta variable en comparación con la renta fija presenta valoraciones más atractivas, es por este motivo que nuestra recomendación es la de sobreponderar renta variable e infraponderar renta fija en carteras.
Dentro de la renta fija, nuestra preferencia es para la deuda corporativa de corta duración denominada en euros, así como la renta fija de países emergentes en divisa local. En cuanto a la renta variable, creemos que nuestras carteras deben mantener una exposición predominante a las dos principales economías del mundo, es por ese motivo que mantendremos posición en fondos de renta variable global con un peso relevante en Estados Unidos, juntamente con fondos de renta variable en Asia emergente con un peso relevante en China. Por la parte europea, nuestra preferencia es por la inversión en compañías de pequeña capitalización frente a las grandes compañías ya que creemos que aquí podemos encontrar mayores oportunidades de inversión.
En cuanto a sectores, nuestra visión es que el sector tecnológico seguirá ofreciendo estructuralmente rentabilidades atractivas, aunque también creemos interesante tomar una posición más táctica en el sector energía. Este sector es uno de los que ofrece valoraciones más atractivas y que pueden mejorar durante los próximos meses frente a una posible recuperación del precio del petróleo.
Carlos Prado, gestor de inversiones en Premaat
Uno puede elegir sufrir con las caídas o después con las recuperaciones viendo como todos suben y tú no lo haces por estar fuera. Unos pagan poco por el kilo de beneficio futuro, otros pagan más por entrar después. Para ganar hay que estar, y la manera de estar sin tener miedo es diversificar. Diversificar no es jugar con los activos según el momento, es conocer qué aporta cada activo en el largo plazo y moverse lo menos posible, uno de los grandes problemas. Esto va de concepto y no de momentum, centrarse en lo importante y que los árboles te dejen ver el bosque, el cual sigue lleno de compañías que seguirán componiendo o pagando sus cupones y gobiernos que te cobran por prestarles dinero.
Más allá de cambios sectoriales estructurales, la diferencia más importante respecto a hace un año es que ahora hay más liquidez, la cual debe moverse hacia activos que sigan ofreciendo cosas interesantes. Dentro del marco regulatorio como aseguradora nuestra distribución de activos sigue estos patrones: renta variable de manera estructural compaginada con private equity y venture capital, activos ilíquidos generadores de rentas como deuda privada e infraestructuras, activos inmobiliarios para dar estabilidad a la cartera, crédito principalmente grado de inversión y poco a poco high yield de compañías solventes y, por último, ir reduciendo la deuda soberana dentro de las exigencias regulatorias.
Con las decisiones de corto plazo la mayoría de las veces fallamos, sin embargo, aplicando la paciencia a todas estas ideas difícilmente fallaremos.