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¿Qué es una acción defensiva en 2020?
Perspectivas de mercado

¿Qué es una acción defensiva en 2020?

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20 DIC, 2019

Por Capital Group

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¿Qué es una acción defensiva? Se trata de una pregunta sencilla que solía tener una respuesta sencilla. En el pasado, las acciones defensivas eran inversiones fiables, conservadoras y poco atractivas en los sectores de productos de primera necesidad, servicios básicos y asistencia sanitaria. Estas compañías generaban flujos de efectivo estables, pagaban buenos dividendos y en sus nombres no había ningún «punto-com». Sin embargo, más recientemente, se observa un cambio notable en las opiniones de los inversores sobre lo que constituye una acción defensiva.

Muchas empresas que antes se consideraban defensivas, como las empresas de alimentos, tabaco y telecomunicaciones, se han visto afectadas por los avances tecnológicos, el comportamiento cambiante de los consumidores y la feroz competencia en una economía global.

En su búsqueda de acciones defensivas como adelanto de la próxima recesión, los inversores pueden concluir que una definición más amplia haría más justicia a la realidad actual.

«Una acción defensiva es aquella en la que los ingresos de una compañía tienen el potencial de aguantar bastante bien una recesión», explica el gestor Alan Wilson.

«Por tanto, la pregunta clave es: ¿las compañías que han mostrado características defensivas en el pasado seguirán haciéndolo en el futuro? No lo tengo muy claro», continúa Wilson. «Puede depender en gran medida de la causa de la próxima recesión».

Algo en qué pensar

Durante décadas, las compañías de alimentación se han considerado inversiones defensivas clásicas. Al fin y al cabo, la gente necesita comer, sea cual sea la coyuntura económica. De hecho, durante la crisis financiera mundial de 2008–2009, algunas compañías relacionadas con la alimentación se mantuvieron relativamente bien en comparación con el mercado en general. Pero eso fue antes de que estos negocios se vieran afectados por nuevos participantes como Amazon, los gustos cambiantes de los consumidores, la consolidación masiva y la competencia de las empresas emergentes de comida a domicilio que operan online.

Kraft Heinz es un ejemplo de un gigante de la industria alimentaria que sufrió una crisis cuando los consumidores comenzaron a buscar cada vez más alimentos frescos y opciones orgánicas en lugar de productos procesados. En febrero, Kraft Heinz realizó una depreciación de 15.400 millones dólares estadounidenses del valor de algunas de sus marcas en dificultades, como Velveeta, Maxwell House y Miracle Whip. La compañía también recortó su dividendo en un 36 %.

«Las industrias tradicionales, como la alimentaria, están haciendo frente a algunos desafíos, y puede que no sean tan defensivas como alguna vez pensamos», dice el gestor Jonathan Knowles. «Al igual que muchas otras industrias, está pasando por una etapa de disrupción que altera el panorama de las inversiones».

¿Es el ataque la mejor defensa?

Knowles cree que la definición de una acción defensiva ha cambiado en los últimos años. Ahora puede incluir empresas con un fuerte crecimiento de los ingresos, productos innovadores, poder de fijación de precios y capacidad para alterar el statu quo en las industrias consolidadas.

«Mucha gente podría no estar de acuerdo conmigo», dice Knowles, «pero yo diría que una compañía como la matriz de Google, Alphabet, presenta algunas características defensivas, si tenemos en cuenta su flujo de caja y su posición dominante en el mercado de búsquedas por Internet». Knowles incluye también a Facebook en esta categoría.

Se trata de empresas orientadas al crecimiento en casi todos los aspectos, agrega Knowles, pero aún así pueden mantenerse bien en una recesión sostenida gracias a su sólido potencial de ganancias, a su capacidad de innovación y a su valoración, relativamente atractiva.

El ojo puesto en las compañías en crecimiento

Las acciones defensivas a menudo se asocian con la inversión en valores tradicionales, pero está claro que no deberíamos pasar por alto determinados valores de crecimiento, agrega la gestora Lisa Thompson

«En algunas de las crisis de mercado relativamente leves de las que hemos sido testigos en los últimos años, hay muchos ejemplos de compañías de crecimiento de alta calidad que han actuado de manera más acertada que el mercado en general», explica Thompson. «Suelen ser empresas con una gestión fuerte y balances sólidos capaces de sortear bien las condiciones difíciles».

Además, algunas acciones orientadas al crecimiento pueden mostrar características anticíclicas. Un ejemplo es CME Group, la sociedad de bolsa con sede en Chicago que facilita el comercio en derivados, opciones y futuros. En los periodos de extrema volatilidad del mercado, los ingresos de CME han tendido a aumentar.

A medida que aumentaba la actividad comercial, el precio de las acciones de CME generalmente hacía lo mismo, como sucedió en el cuarto trimestre de 2018, cuando el S&P 500 descendió casi un 14%. Durante ese periodo, el precio de las acciones de CME aumentó un 12%.

Las acciones de los servicios básicos también pueden conservar características defensivas sólidas en una recesión, siempre que sean administradas por equipos de gestión competentes y experimentados, y operen en un mercado con una población estable o en crecimiento.

Buscar dividendos de calidad en lugar de «valor»

Del mismo modo que solía ser más fácil identificar acciones defensivas, también era relativamente sencillo elegir una estrategia de inversión defensiva para su cartera: simplemente hay que cambiar a un índice orientado al valor y ya está.

Pero es importante que los inversores comprendan que las acciones de valor no siempre son defensivas. Si tomamos como ejemplo el mercado de EE. UU., muchas acciones que se incluyen en los índices de valor populares no pagan dividendos y no tienen calificaciones crediticias altas. Alrededor del 22% de las acciones en el Russell 1000® Value Index pagaron dividendos de menos del 0,1% en 2018, y aproximadamente el 40% de las compañías incluidas en este índice tenían calificaciones BBB– o inferiores. Tampoco es raro encontrar compañías con niveles de deuda demasiado altos.

Una falta de pago de la deuda o una rebaja de las calificaciones podría hacer caer los precios de las acciones. Una estrategia mejor puede ser centrarse en compañías de mayor calidad que tengan más probabilidades de mantener pagos consistentes de dividendos, dice Joyce Gordon, gestora de Capital Group.

«Todo se reduce a una investigación básica sobre compañías concretas», explica Gordon. «Distintos tipos de empresas pueden brindar protección contra tendencias descendentes en diferentes tipos de mercados. Nuestro trabajo como inversores es darnos cuenta de ello: empresa a empresa».

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