El anunciado acuerdo preliminar para formar un Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos descarta efectivamente la posibilidad de una gran coalición o asociación entre el PSOE y el PP. Esto implica que Pedro Sánchez buscará ahora el apoyo de otros partidos regionales para lograr la investidura. Sin embargo, aunque Más País y todos los partidos regionales no separatistas apoyaran su moción, sólo conseguiría 169 escaños parlamentarios, es decir, siete menos que una mayoría absoluta. En este contexto, será necesaria la abstención de Ciudadanos, con 10 escaños, o del ERC, separatista catalán con 13 escaños, lo que es poco probable pero no imposible en esta fase.
España continuará inestable
Sin embargo, cualquier posible compromiso entre el PSOE y ERC que incluyera, por ejemplo, concesiones sobre un tratamiento más tolerante de los nueve políticos encarcelados, por no hablar de una negociación para una mayor autonomía, probablemente sería inaceptable para la derecha política (PP, Ciudadanos y VOX). De este modo, un acuerdo de este tipo alimentaría aún más la división política del país y aumentaría el riesgo de que se produjeran cambios significativos en las políticas en cualquier momento en que se celebren las próximas elecciones.
PSOE -UP débil
Además, teniendo en cuenta la ralentización de la economía y el limitado espacio fiscal, no está claro qué compromisos podría alcanzar una coalición multipartidista de este tipo y qué políticas -mercado laboral, reformas de las pensiones, un programa fiscal bastante expansivo financiado por aumentos de impuestos- podrían acordarse en última instancia. Por lo tanto, un Gobierno en minoría PSOE-Unidas Podemos probablemente sería débil y dependería del apoyo recurrente de otros partidos para cada proyecto de ley. Como tal, es probable que la situación política de España siga siendo inestable e incierta en los próximos años.
