21 OCT, 2019
Por Leticia Rial de RankiaPro
Os presentamos a Germán García Velasco, responsable de asesoramiento y planificación de Acacia Inversión desde 2016. Lleva desde 2004 dedicado al asesoramiento de clientes y al diseño de planes personalizados de inversión tanto para empresas como para patrimonios familiares, desarrollando su carrera en distintos puestos de Banco Santander, Abante Asesores y Fineco, banca privada de Kutxabank. Tiene los títulos de European Financial Advisor y European Financial Planner.
Por varias cuestiones. En primer lugar, porque aúna características que, siendo muy diferentes, a mí personalmente me seducen: la necesidad de estar al día sobre todo lo que sucede en el mundo, desde cuestiones técnicas como mercado, economía, pasando por política hasta otras cuestiones más psicológicas que derivan de la relación con los clientes. Es decir, es un oficio que reúne aspectos muy técnicos y académicos con otros humanos y de relaciones personales.
Como segunda cuestión, para la elección de una carrera profesional en la que quieras trabajar toda tu vida por un lado te tiene que gustar, y por otro, se te tiene que dar bien. Os puedo asegurar, que cumplo con lo primero y que sean otros los que opinen sobre lo segundo. Mi mujer siempre me hace la siguiente consideración: “eres consciente de que trabajas en algo que no depende sólo de tu trabajo, dependes de los mercados…”. Sí y me gusta.
Por último, según han ido pasando los casi 15 años que llevo en esto, me he dado cuenta de la importancia y de la gran utilidad social del asesoramiento financiero. Hacer reflexionar a familias, inculcar el significado y la importancia de la palabra ahorro, ayudar a no cometer errores… son ejercicios que se podrían calificar como tales.
Absolutamente. Con todos los clientes tengo una relación muy estrecha y saben que me pueden localizar en cualquier momento, de eso trata un buen servicio de Banca Privada como el que ofrecemos en Acacia, de que el cliente cuente contigo cuando lo necesite.
No obstante, cuando puedo mi desconexión con el trabajo es absoluta. Mi familia, mis amigos y el deporte son valores que me hacen desconectar completamente.
Existen muchas cosas que me hacen estar en modo off con respecto al trabajo diario: desde una cena con mi mujer, ver una buena serie, jugar con cualquiera de mis hijos, tomar una cerveza escuchando música con amigos y practicando casi cualquier deporte: golf, pádel, esquí…
Una característica básica es ser empático, ponerse en el lugar de la persona que tienes delante a la hora de tomar decisiones financieras. Eso no quiere decir que no seas firme en tus recomendaciones sino que debes amoldar tu asesoramiento al cliente y sus circunstancias. Tanto en mi carta de presentación en Acacia como en mi perfil de twitter expongo tres cualidades que son básicas, a mi modo de ver: humildad siendo consciente que hay que estar en continuo aprendizaje y que nadie es capaz de predecir el futuro. Orgullo, porque como ya ha quedado constatado me gusta y estoy orgulloso de lo que hacemos. Y honestidad, para con el cliente y mis compañeros.
Asimismo, existen muchas otras características que te hacen ser un mejor asesor y hay que trabajarlas: templanza, inquietud, superación…
No sabemos qué puede suceder de aquí a final de año, es un plazo temporal muy corto. Las incertidumbres políticas y la posibilidad de recesión son los que todo el mundo tiene en la cabeza y desde luego pueden afectar, pero son riesgos geopolíticos que normalmente suponen ruido de corto plazo pero poco más. Hay un estudio de UBS, Is political drama just a distraction?, que lo explica muy bien. Básicamente dice que el riesgo geopolítico, las guerras, etc. distraen a los mercados, pero no les descarrilan de su destino final, generando oportunidades para el inversor de largo plazo.
Nuestra preocupación es hacia otros riesgos que no están tanto en la cabeza de los inversores:
Así, continuamos diversificando la cartera, buscando fuentes múltiples de rentabilidad: ilíquidos cotizados, break even de inflación, materias primas… y ahora que están denostados por el mercado, inversión en valor.
Por una parte, un reto continuista ambicioso como es el mantener el nivel de servicio que ha dado Acacia desde 1997.
Cuestiones más actuales son darnos a conocer al público el cual valora atributos como la independencia, la coinversión, la cercanía tanto con el mercado como con los gestores que toman decisiones sobre su patrimonio y la continua generación de ideas que realizamos. Asimismo estamos en un proceso continuo de búsqueda de talento: buscamos asesores con un desarrollo técnico importante de tal forma que puedan dar su opinión en un Comité de Inversiones. En Acacia Inversión creemos que el modelo tradicional de banca privada en España basado en una confianza mal entendida irá a menos y el cliente valorará en mayor medida otros aspectos como: búsqueda continúa de soluciones, comunicación directa con gestores, conocimiento en profundidad de vehículos de inversión…
En definitiva, seguir creciendo, pero no de cualquier manera.
A día de hoy no soy nada creyente de la Inversión Socialmente Responsable así que, por el momento, me parece más una moda que otra cosa. Las razones que me llevan a pensar esto son varias y entre ellas están la poca independencia que existe entre las grandes empresas y quién les califica. Asimismo, existe un claro sesgo hacia las empresas grandes por ser las que poseen más recursos.
Con esto no quiero decir que no tenga sentido. Todos somos conscientes de la importancia para este mundo en el que vivimos que las empresas tienen que incluir dentro de sus objetivos, no sólo la rentabilidad, sino políticas con impacto social o medioambiental. De lo que dudo es de su clasificación y del formato actual de inversión en las mismas.
Sí y mucho, aunque creo que todavía hay mucho camino por andar. Por supuesto, en el colegio es básico que se fomente desde edad muy temprana la importancia del ahorro y cómo sacrificar consumo hoy para poder cubrir necesidades futuras es fundamental en el desarrollo de nuestra vida adulta. Y en la Universidad creo que se tiene que hacer un esfuerzo importante en enseñar de una manera más práctica, para que los jóvenes sepan afrontar situaciones que se les van a presentar en el futuro.
Desde mi punto de vista, la principal diferencia es que se ha aprendido el significado de la palabra diversificación. En España, las carteras o el ahorro de generaciones anteriores se ha invertido históricamente en dos tipos de activos: por un lado para el inversor conservador a través de depósitos y para el arriesgado a través de las 2 o 3 acciones españolas de toda la vida. Las nuevas generaciones conocen las fortalezas de vehículos como los fondos de inversión que nos ofrecen una capacidad de diversificación brutal. Además, las nuevas generaciones ponen en valor la diversificación porque hoy más que nunca son conscientes de que no existen gurús y que nadie tiene la capacidad de saber lo que pasará en el futuro.
También se escuchan palabras que antes no se utilizaban tan habitualmente: capital riesgo, start up, criptodivisa…
Voy a dar tres que me parecen básicos:
Desde el punto de vista profesional, haciendo un análisis top down, en 10 años tendremos un sector menos bancarizado en donde las gestoras y asesores independientes que hayan hecho bien las cosas tendrán un peso similar al que se tiene en los países anglosajones. El asesor financiero será pata angular en la toma de las decisiones financiero/económicas de las familias y de las empresas. Acacia Inversión será referente en la transformación del sector por la labor que desarrollamos tanto en el área de gestión como en la de servicio y esto se traducirá en un crecimiento con cabeza. Y, por último, a nivel personal me gustaría seguir liderando junto con mis compañeros este proyecto completamente diferente a lo que existe hoy en día en el panorama de la banca privada en España, dejando huella en clientes, compañeros, colaboradores y competencia.
Desde el punto de vista particular, en 10 años me veo teniendo unos fines de semana imposibles de gestionar debido a los partidos de mis tres hijos y el cuarto que viene en camino.