1 DIC, 2019
Por Leticia Rial de RankiaPro
Os presentamos a José María Luna, Socio fundador de Luna Sevilla Asesores Patrimoniales, como nuevo Asesor del Mes de RankiaPro. Previa a su constitución, José María Luna trabajó durante más de 20 años en PROFIM, en la que fue responsable de la selección de fondos de inversión formando parte, a su vez, del Comité de Estrategia de Inversión.
Con la integración de Profim y su posterior desaparición, José María Luna continuó trabajando como Director de Análisis de Arquia Banca hasta que en Abril de 2019, cuando, causó baja para iniciar este nuevo Proyecto.
José María Luna es Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Castilla-La Mancha. Además, es Economista por el Ilustre Colegio de Economistas de Madrid, miembro de EFPA, integrante del Instituto Español de Analistas Financieros y colaborador en distintos medios económicos y financieros.
Porque entendía que esta profesión podría aunar dos aspiraciones e ilusiones personales que tenía y que, por suerte, aún mantengo: mejorar la educación financiera en nuestro país y, por otro lado, ayudar a todo ahorrador a cumplir sus sueños a través de un buen asesoramiento objetivo, continuado y personalizado.
Entre las cosas que más me gustan destacaría:
Entre las cosas que menos me gustan señalaría dos:
Leer en libros físicos (soy aún un romántico que disfruta hasta con los olores de un buen libro), hacer deporte, la música (tanto escucharla como sentirla siendo percusionista), y ser un peregrino de la vida dejándome seducir por ella mientras tomo conciencia de todo lo que me rodea y me lleno de su luz. Quizás por eso, como dice un buen amigo, siga siendo un “flipado” del Camino de Santiago.
En primer lugar, dos humildes soñadores. Dos personas (mi socio y yo) que creemos que haciendo bien nuestro trabajo podemos ayudar a muchas personas a lograr sus objetivos de vida.
Por supuesto también están todas aquellas personas que siguen confiado en nosotros después de tantos años defendiendo el valor del asesoramiento financiero objetivo y libre de conflictos de interés.
Lo primero de todo marcharme de la empresa que ayudé a crear y a la que, no sin infinidad de dificultades, logré que se consolidara dentro del mundo del asesoramiento financiero en nuestro país.
Tras mi marcha, y buscando los orígenes y raíces que aquella empresa tuvo en el pasado, el mayor reto fue quizás elegir un buen socio empresarial, y esto lo encontramos en la figura de Caser Asesores Financieros. Asimismo, otra gran dificultad fue la multitud de trabas burocráticas que hemos tenido que ir venciendo. Sin embargo, y lejos de desilusionarnos, siempre he creído que todo reto es una oportunidad y, por ello, esas trabas se han convirtieron en escalones que nos han permitido crecer aún más.
Generar confianza a sus clientes. Y esto no se logra en un único instante… Esto se gana día a día y, por ello, uno debe acompañar a sus clientes en todo instante. Debe estar, como se suele decir, “a las duras y a las maduras”. Obviamente esto se consigue haciendo un buen asesoramiento financiero en el que, aconsejando dónde estar y dónde no estar, consiga que sus clientes, y en función de las singularidades de cada uno, consigan los objetivos que se habían marcado previamente.
Asimismo, es fundamental no sólo los resultados logrados, sino la labor de formación e información que haya llevado a cabo con total objetividad y transparencia.
Haciéndole ver que existe un mundo más allá de los depósitos bancarios y de la inversión en garantizados o fondos de renta fija.
Para ello, es importante derribar falsos mitos como el hecho de creer que invertir significa sólo hacerlo en bolsa. Por ello, es fundamental que comprendan que se puede acceder a múltiples tipos de mercados financieros sin tener por qué asumir un riesgo que no les corresponde.
En consecuencia, mejorar la educación financiera y asesorar de verdad estando muy encima de las inversiones que lleven a cabo los mismos.
Trato de no “enamorarme” de un fondo de inversión o cualquier otro producto financiero. Sin embargo, sí es cierto que puede que haya algún producto que, por su singularidad y por el valor que ofrece a sus partícipes, más tiempo haya permanecido en mis recomendaciones.
Un par de ejemplos pueden ser el mixto Cartesio X o el fondo de bolsa First Eagle Amundi International SICAV. En ambos casos quizás haya tres características comunes a ellos, a pesar de que el riesgo asumido y la tipología de estos fondos es diferente. Por un lado estaría la alineación de intereses entre sus equipos de gestión y los partícipes de los mismos. En este sentido, los propios gestores también invierten una parte importante de su patrimonio en los fondos que gestionan. Por otro lado, está la coherencia en la inversión. En este sentido, lejos de las modas de cada instante, los gestores se han mantenido fieles a sus principios.
Y un tercer elemento sería la transparencia. Que un equipo de gestión de activos informe periódicamente dónde invierte es muy importante. Información y trasparencia son pilares que todo gestor no debería olvidar. Pues el protagonista de esta historia es siempre el partícipe que, con sus ahorros, ayuda a hacer grande o pequeño a un gestor.
Creo que si la industria de gestión de activos sólo da énfasis a los costes de los productos se estará equivocando. Los gastos, indudablemente, son importantes. Pero creo que hay otras variables que no deberían pasar a un segundo o tercer plano puesto que no debemos olvidar que el gran protagonista de esta historia es el ahorrador, y éste tiene unos sueños que desea cumplir.
Por lo tanto, cuanto más cerca se esté de hacerlos realidad mayor será la satisfacción y la fidelidad de los inversores hacia los fondos de inversión.
Además, gestión activa y pasiva si aportan valor son complementarias. A mi me gustaría que el tema central fuera otro…, como el hecho de no castigar a los que tienen ahorros o cómo mejorar la educación financiera de todos los ciudadanos.
Todo lo que sea que la competencia mejore el acceso a productos financieros por parte de todo tipo de inversor (“arquitectura abierta”), que los costes asumidos sean coherentes y que todo ello redunde en un buen asesoramiento, a mí me parece positivo.
Con algo más de canas, si es que aún tengo pelo, pero con la misma ilusión y la misma sonrisa que tengo ahora.
Si mi trabajo sigue dando los frutos para todo aquel que confíe en mi, hay peregrino de las inversiones para rato.