Estamos a las puertas de que los asesores deban preguntar a sus clientes si quieren que sus inversiones sean socialmente responsables, y en caso afirmativo, será necesario ahondar en las preferencias en los diferentes ámbitos ASG (ambientales, sociales o buen gobierno). Por lo tanto, la personalización de las inversiones será un factor clave en este nuevo entorno financiero. Una manera de abordar esta cuestión es aproximar las carteras desde una perspectiva temática, y en concreto, a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Sin embargo, la dificultad de encontrar vehículos de inversión que tengan impacto en dichos ODS está latente entre los inversores, a pesar de la ingente cantidad de lanzamientos de fondos de inversión sostenible que está teniendo lugar en los últimos meses.
Por este motivo, a través de este artículo queremos regresar cada mochuelo a su olivo, es decir, desgranar las diferentes posibilidades que existen actualmente en el mercado para impactar específicamente en cada uno de los ODS mediante inversiones a través de fondos.
ODS 1: Fin de la Pobreza
Si comenzamos con en el ODS 1, Fin de la Pobreza, enseguida nos percatamos de que se trata del ODS con la oferta más reducida de productos, lo que conlleva a que sea un campo lleno de oportunidades para la creación de nuevos proyectos.
Siguiendo esta senda de nuevas oportunidades de inversión apareció el fondo Huruma, que es el primer proyecto de “blended finance” (bajo la temática AgriFi) que lidera COFIDES (Compañía Española de Financiación al Desarrollo) y en el que se mezcla capital público y privado. Este fondo que arrancó en 2018 ya cuenta con 120 millones bajo gestión. Tal y como se presentó a mediados de noviembre de este año, el fondo de capital riesgo −gestionado por GAWA Capital−, ha contado con una aportación inicial a pérdidas de 10 millones de euros de la Comisión Europea, una emisión de deuda de 20 millones con cargo al fondo para la promoción del Desarrollo y 90 millones a través de capital privado, comercializado por CaixaBank.
El propósito de Huruma es facilitar la financiación a pequeños o excluidos agricultores en zonas rurales de Latinoamérica, Caribe, África Subsahariana y Asia. Al crear este ecosistema el fondo se aproxima al reto de erradicar la pobreza en zonas muy desfavorecidas.
ODS 2: Erradicar el hambre
El siguiente objetivo cuenta con un mayor interés por parte de las gestoras de activos, concentrándose su oferta principalmente en la categoría del sector Agrícola y Nutrición. Erradicar el hambre es la meta del ODS 2. Y de entre las diferentes alternativas nos queremos detener en el fondo de Degroof Pertercam, el DPAM Equities Sustainable Food Trends. Este fondo ofrece a través de una gestión activa exposición a valores de renta variable de empresas del sector agroalimentario, diversificando dentro de la cadena de valor y siempre en línea con los ODS.
Un ejemplo de su compromiso con la calidad alimentaria, una de las metas dentro del ODS 2, es la reciente elección de incluir la temática de empaquetado dentro de sus subtemáticas de inversión, ya que por ejemplo el uso del plástico puede llegar a tener un impacto significativo dentro de la cadena alimentaria.
Adicionalmente, comentar que para este objetivo consideramos importante que los fondos tengan en cuenta estas dos cuestiones:
- Invertir en empresas que respeten la biodiversidad. Según la FAO, la biodiversidad agrícola es crucial para acabar con el hambre en el mundo. Y como dato, el 75% de las variedades agrícolas del mundo se perdieron durante el siglo pasado.
- Invertir en empresas inclusivas con el pequeño agricultor y que luche contra la despoblación rural. En España, sin ir muy lejos, llevamos años sufriendo esta lacra y es momento de combatirla a través del consumo de producto local.
ODS 3: Salud y Bienestar
Salud y Bienestar es el acometido del ODS 3. Justo una de las temáticas más utilizadas en el mundo de los fondos ASG, sólo por detrás de la lucha contra el cambio climático. De hecho, este año debido a la Covid-19 la categoría del sector salud ha sido una de las más solicitadas, junto al sector tecnológico.
En España hay disponibles para su comercialización alrededor de 150 fondos que invierten en empresas que desempeñan su actividad en el sector de la salud. Esto complica sustancialmente la elección de los mejores fondos, tanto si queremos analizarlo desde la perspectiva de su rendimiento económico como desde su impacto ASG.
Fondos como el Robeco SAM Sustainable Healthy Living o el NN Health Care & Well-being destacan por sus buenas puntuaciones ASG, tal y como acreditan los proveedores MSCI, Reuters o Sustainalytics. Sin embargo, otra cuestión es abordar el impacto real que tienen estos fondos en el ODS 3. En ningún caso podemos determinar que una puntuación alta en términos ASG implique un impacto alto de nuestras inversiones en la Salud y Bienestar del mundo, a pesar de que invirtamos en empresas del sector salud.
Por este motivo queremos valorar en este ODS el fondo Candriam Equities Oncology Impact. Se trata de un fondo que a través de sus inversiones apoya el desarrollo de una amplia gama de métodos de diagnóstico y tratamientos para el cáncer e invierte en aquellas innovaciones revolucionarias que están cambiando la forma de tratar dicha enfermedad. Impacto directo por el mero hecho de combatir una de las enfermedades más importantes a nivel mundial y por lo tanto, con un impacto considerable en el ODS 3.
ODS 4: Educación de calidad
A diferencia del anterior ODS, en donde existe la categoría específica del sector salud y existe una infinidad de productos de inversión relacionados con dicho objetivo, cuando buscamos fondos de inversión que seleccionen empresas que participen en llevar a la población una educación de calidad, y en concreto en tener un impacto significativo en el ODS 4, el reto se asemeja al de encontrar una aguja en un pajar.
¡Uno! Sólo un fondo se comercializa en España con un enfoque ASG exclusivo en educación. Y nos preguntamos, ¿por qué hay tanta diferencia respecto al sector salud? ¿Será que se ha privatizado excesivamente la salud y el bienestar de las personas? La educación básica, con gran esfuerzo, se ha ido convirtiendo poco a poco en un derecho universal pero parece que la industria educativa no es tan apetitosa para el capital privado como la industria sanitaria.
El fondo en cuestión es el CPR Invest Education, gestionado por la gestora francesa CPR Asset Management cuya propiedad pertenece al 100% a Amundi. El objetivo del fondo es superar el rendimiento de los mercados mundiales de renta variable a largo plazo mediante la inversión en renta variable internacional involucrada en todo el ecosistema educativo, integrando al mismo tiempo los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza en el proceso de inversión. El fondo busca impactar en el ODS 4 seleccionando empresas involucradas en la tecnología educativa, la gestión de escuelas y universidades, REITS educativos, financiación de la educación, editores y producción de contenidos, desarrollo profesional y contratación, servicios educativos y todas aquellas actividades relacionadas (ver siguiente gráfico para mayor detalle).
ODS 5: Igualdad de género
Por último, el ODS 5 que es el encargado de velar por la Igualdad de Género, asunto transversal de la mayoría de fondos socialmente responsables o sostenibles. Sin embargo, apenas hay un par de fondos con está temática específica: el Robeco SAM Global Gender Equality Impact Equities y el Nordea Global Gender Diversity. Entre ambos, el fondo que tiene mejor trinomio rentabilidad/riesgo/impacto ODS 5 (según nuestro propio análisis) es el fondo de Robeco con una puntuación de 90 sobre 100.
Sin duda alguna, la igualdad de género ofrece una gran ventaja competitiva en aquellas empresas que reconocen y aprovechan su importancia estratégica. Numerosos estudios, como los realizados por Morgan Stanley: «A Framework for Gender Diversity in the Workplace» y «Putting Gender Diversity to Work: Better Fundamentals, Less Volatility«, corroboran que a largo plazo las empresas que apuestan por la igualdad de género obtienen mejores rendimientos económicos (2,8 puntos porcentuales por encima de los de las empresas menos diversas) y con menores volatilidades.
Uno de los indicadores clave para los fondos de esta temática es que el porcentaje de mujeres en puestos directivos sea superior al 30%, ya que es la cifra mínima para que su presencia redunde en beneficios empresariales. Por lo tanto, invirtiendo a través de estos fondos nos aseguraremos que se cumplen este tipo de criterios de inclusión.
Resumiendo, esta sería nuestra propuesta de fondos para cada uno de los cinco primeros Objetivos de Desarrollo Sostenible: