Espacio publicitario
¿Cómo actuar ante una inversión que no da la rentabilidad esperada?
Perspectivas de mercado

¿Cómo actuar ante una inversión que no da la rentabilidad esperada?

Si bien el inversor tradicional en renta variable está más que acostumbrado a que un vaivén del mercado suponga una merma importante en sus expectativas de rentabilidad, la sorpresa para los inversores ha sido el pésimo comportamiento de la renta fija.
Imagen del autor

30 NOV, 2022

Por Josechu Martínez

featured
Comparte
LinkedInLinkedIn
TwitterTwitter
MailMail

Cogiendo los prismáticos de campo y mirando hacia atrás hasta donde nuestra vista alcanza, difícilmente encontraríamos otro año más adecuado que este para tratar de responder a esta pregunta, a la vez que para aprender de los errores cometidos; ya que ha sido un ejercicio de pérdidas récord en renta fija y fuertes pérdidas de riqueza en renta variable. De cara a entender esta situación permítanme recurrir al clásico refrán: “de aquellos polvos vienen estos lodos”.

“De aquellos polvos…”

Cuando hace ya más de una década, y a consecuencia de la Gran Crisis Financiera en 2008, los principales bancos centrales dieron un paso al frente para cobrar un protagonismo del que nunca habían gozado, nadie podía imaginar la magnitud de sus consecuencias: bajada de tipos e inyecciones de liquidez durante más de una década.

“…estos lodos”

Sin embargo, conforme sus políticas monetarias ultralaxas llevaron los tipos de interés a niveles nunca vistos y la liquidez acabó anegando los mercados, supimos que en algún momento esto tendría consecuencias. Estas han comenzado a llegar en 2022 dejándonos un panorama desolador: la rápida corrección de la sobrevaloración en ciertos de los activos, la aparición de la inflación (ese invitado sorpresa que nunca cae bien), subida de tipos anormalmente rápida y retirada de la liquidez.

Durante mucho tiempo y dado que los activos conservadores no pagaban, el inversor terminó por acudir a otros activos/productos más arriesgados que tenían aparejada una rentabilidad más interesante; decisión que en otras circunstancias nunca hubiera tenido lugar. De aquí podemos extraer el primer error del que aprender: no salir del perfil inversor a causa del entorno.

Si bien el inversor tradicional en renta variable está más que acostumbrado a que un vaivén del mercado suponga una merma importante en sus expectativas de rentabilidad, aunque sea temporalmente, la sorpresa para los inversores (especialmente los de perfil más conservador) ha sido el pésimo comportamiento de la renta fija, el activo que más dolor ha infringido este año.

La verdad es que, después del llamado “superciclo alcista de la renta fija” que se ha extendido durante 30 años, ¿qué podríamos esperar de unos tipos de interés que estaban en mínimos históricos?

El castigo sufrido por la renta fija nos lleva a aprender de un segundo error: no debemos invertir usando el retrovisor, es decir, rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras, y más si las primeras han sido excepcionales durante mucho tiempo.

Para nosotros en Acacia Inversión las pérdidas que acumula la renta fija en 2022 no son inesperadas (“de aquellos polvos, estos lodos”). Nosotros teníamos una exposición muy reducida a este activo en nuestros fondos y en las carteras de nuestros clientes, por lo que cuando estas fuertes correcciones han llegado, nuestros fondos multiactivo se han situado entre los mejores de su categoría.

El proceso inversor que aplicamos en Acacia Inversión está enfocado a tratar de eliminar este segundo error: el uso del retrovisor (y no del parabrisas) para seleccionar inversiones.

Ante cualquier oportunidad de inversión siempre es necesario realizar un análisis sistemático y riguroso de ese activo para determinar si su rentabilidad esperada (“prometida”) tiene visos de convertirse en rentabilidad real llegado el momento.

Si invertimos sin haberlo hecho (o llevando la contraria a su dictamen) y el resultado va en nuestra contra, en ningún caso podemos calificar a esa pérdida como inesperada. Y una serena reflexión a posteriori nos confirmará que en todo momento estuvimos muy lejos de lograr la supuesta rentabilidad esperada.

Seleccionando activos o fondos de inversión nosotros no nos fijamos en el histórico (track record), sino que queremos encontrar sistemática y las razones de su comportamiento pasado. Esta máxima también la aplicamos al modelo de gestión de todos nuestros fondos. Siempre buscamos modelos/procesos sistemáticos y consistentes, ya que pensamos que un track record siempre es fruto de una sistemática clara y predecible, no pudiéndose decir tanto al revés.

En nuestra opinión la inversión radica en “entender bien los procesos” y buscar activos castigados, para que, una vez tomada una posición en ellos y ante pérdidas inesperadas, la respuesta sea: “esperemos a que el activo nos devuelva la rentabilidad que estamos esperando de él”. Lo ilustramos con dos actuaciones que hemos implementado recientemente en nuestros fondos: duración negativa y tecnología china.

Nuestros tres fondos multiactivo (Acacia Bonomix, Acacia Invermix 30-60 y Acacia Globalmix 60-90) siguen una filosofía de inversión propia de los endowments norteamericanos y presentan un posicionamiento frágil/antifrágil muy característico.

Dentro de los clásicos activos antifrágiles definidos por Nassim Taleb (deuda americana, yen japonés, oro y bund alemán), nos pareció una aberración financiera el hecho de que este último de ellos comenzase a ofrecer rentabilidad negativa. Veníamos de tener duración cero desde junio de 2016, por lo que en noviembre de 2018 y durante los dos años siguientes, tomamos la decisión de adoptar duración negativa en nuestros fondos conforme los tipos entraban en terreno todavía más negativo.

Es decir, adoptamos una posición tal que se viera favorecida por una subida de los tipos de interés como así terminó siendo, lo que nos permitió deshacer totalmente la posición en mayo de este año.

Pero “no todo el monte es orégano” y, si bien esta idea de inversión nos ofreció una alta rentabilidad al deshacerla, otra idea de inversión en la que hemos aplicado nuestra manera sistemática de construir posiciones todavía no ha terminado por pagarnos y permanece abierta: tecnología china.

Cuando el año pasado “China se puso seria” con sus 'Big Tech' al aprobar una severa normativa antimonopolio, en agosto de 2021 comenzamos a tomar posición en el activo tras la brusca caída del Hang Seng Tech Index (subíndice de firmas tecnológicas). Inversión que hemos ampliado posteriormente en dos ocasiones más.

En artículos futuros en nuestro blog comentaremos el resultado de esta inversión y si la rentabilidad que esperamos obtener al invertir en tecnología china acabó por convertirse en rentabilidad real. Nuestro trabajo de análisis riguroso y ejecución sistemática está realizado, por lo que hasta que llegue ese momento, la manera de actuar será la de esperar, hacer un seguimiento y en caso de que nuestro análisis siga intacto, aprovechar futuras ocasiones en el activo para incrementar posiciones en caso de que lo consideremos conveniente.

Espacio publicitario