¿Cómo elegir un ETF de ESG?

La selección de un fondo cotizado en bolsa (ETF) ESG requiere un análisis detenido. Los inversores tienen mucho donde elegir, y la elección del ETF adecuado puede implicar renuncias en términos de la mejora de ESG que un inversor está buscando lograr y las características de riesgo del fondo en el que finalmente invierten.

Hay muchas maneras diferentes de evaluar a las empresas, dependiendo los criterios ESG empleados. El examen de las calificaciones ESG puede ser un cajón de sastre para una amplia gama de consideraciones. Los inversores también pueden profundizar en estas calificaciones en su investigación, examinando su propensión a contaminar, sus procedimientos de salud y seguridad o cómo tratan a sus empleados, por ejemplo.

¿Qué deben tener en cuenta los inversores a la hora de seleccionar un ETF con un filtro ESG incorporado? Para responder a esta pregunta, los inversores deben definir primero su filosofía abordando lo siguiente:

Aparte de los filtros ESG, existen productos ESG que proporcionan exposición a temas específicos. Éstos se definen como problemas individuales que pueden resolverse con financiación: agua limpia y energía limpia, por ejemplo.

Además, los ETF de ESG pueden diseñarse para integrar determinados criterios regulatorios en sus metodologías. Un ejemplo de esto sería una trayectoria de descarbonización alineada con el Acuerdo de París, cuyo objetivo es garantizar que el calentamiento global se limite a menos de 2 °C en las próximas décadas.

En resumen, existen muchas maneras de integrar los criterios ESG en un ETF, además de numerosos enfoques en el mercado.

Al emplear una combinación calibrada de exclusiones e ponderaciones en la cartera, los proveedores de ETFs pueden intentar incentivar a las empresas para que cambien su comportamiento. Si no lo consiguen, esto podría afectar a su financiación, ya que los inversores se alejan de las empresas con credenciales ESG más débiles y, de hecho, los peores infractores pueden llegar a ser excluidos por completo.