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¿Cómo ha cambiado la labor del selector de fondos en los últimos años?
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¿Cómo ha cambiado la labor del selector de fondos en los últimos años?

En los últimos años el selector de fondos ha tenido que especializarse más, ya que se ha pasado a fondos más nichos.
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Actualizado:

20 SEPT, 2023

Por Leticia Rial de RankiaPro

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La labor del selector de fondos no es para nada sencilla y ha evolucionado en los últimos años, adquiriendo una importancia cada vez mayor. El desarrollo de nuevas tecnologías, la inversión con criterios sostenibles o la aparición de cada vez más fondos de inversión y gestoras hacen que su labor diaria haya tenido que adaptarse a los nuevos tiempos que vivimos. De estos cambios nos han hablado Juan Hernando (MoraBanc AM), David Sánchez (Santalucía AM) y Cristina Martínez Salas (Triodos Bank).

Evolución de la labor del selector de fondos en los últimos años

Juan Hernando, responsable de relección de fondos en MoraBanc AM

La gestión de activos está en un proceso de continua evolución y en los últimos años ha sido incluso más profundo. El selector no puede ser ajeno a esto y ha tenido que adaptarse a estos cambios.

Uno de los más relevantes ha sido la adopción de la gestión pasiva. La cuota de mercado que tiene respecto a la gestión activa ha crecido de forma exponencial en los últimos 10-15 años en España y es habitual ver ETFs entre las principales posiciones en carteras o fondos de fondos. Antes era extraño que ocurriera, incluso había cierto rechazo por parte del profesional.

También la inversión con criterios ESG ha supuesto una evolución muy relevante en el día a día del selector. Ya sea por convicción o para adaptarse a la regulación, el selector se ha tenido que familiarizar con conceptos nuevos o acercamientos a la inversión basados en el ESG. Viendo las cifras de activos gestionados se comprueba este fuerte impulso.

En los últimos años, se ha avivado el interés por los alternativos ilíquidos. Aparte de contados inversores institucionales, no tenían excesiva presencia. Sin duda la forma de analizar estos vehículos y los equipos que los gestionan son diferentes.

Se han creado nuevas categorías de fondos. Quizá los temáticos son los más relevante, con bastante éxito comercial. Aparte de por los resultados o los casos de inversión, el story telling resulta más atractivo que la gestión tradicional. En cierto modo han sido una evolución de los sectoriales pero conllevan una forma de análisis diferente.

Es interesante observar cómo ha aumentado el número de gestoras con presencia en España o la oferta de producto. Cada vez es más difícil la gestión del tiempo entre tantas alternativas. Pese a que el contacto personal con los gestores sigue siendo muy valorado, la generalización de las videoconferencias ha ayudado a mejorar la parte cualitativa y de conocimiento de las estrategias.
Al final, la esencia del trabajo no varía en exceso: buscar las mejores soluciones de inversión. Pero si echamos la vista atrás se han dado muchos cambios para los que es imprescindible formarse y adaptarse. Y muchos más que vendrán vinculados a la inteligencia artificial, el big data, etc.

David Sánchez, responsable de selección de fondos y gestión de fondos de fondos en Santalucía AM

No ha habido una época en la que los analistas de fondos (al igual que otros roles del sector financiero) hayan estado tan formados como en la actualizad. En parte, es uno de los efectos de una profesión cada vez más compleja, más regulada y que se enfrenta a una mayor variedad de producto.

La regulación aprieta y obliga al cambio. La entrada en vigor del Reglamento de Divulgación (SFDR), y más recientemente de MiFID II, han obligado a poner el foco en la sostenibilidad de las inversiones. El análisis ESG que hace unos años se hacía en contadas ocasiones para clientes con necesidades particulares en sostenibilidad, ha dado un paso al frente y se ha convertido en norma, convirtiéndose en uno de los pilares sobre los que se sustenta el análisis actual de las estrategias. Por otra parte, el cobro explícito por servicio ha impulsado el asesoramiento, aumentando la necesidad de explicar correctamente en qué se está invirtiendo y por qué.

La tecnología también se ha tenido que adaptar. Las herramientas de software habituales en los equipos de análisis de fondos han tenido que hacer un esfuerzo para ofrecer datos y capacidades de análisis ESG. También han nacido nuevos proveedores y han proliferado asesores externos que han ayudado a las gestoras en su aterrizaje en el mundo ESG, brindándoles formación y mejores prácticas. La tecnología también ha cambiado la forma en la que los analistas se comunican con las gestoras. Durante los últimos años, y especialmente desde la pandemia, las videollamadas han permitido acortar tiempos en las reuniones. En un momento en el que cada año llegan más gestoras a nuestro país para ofrecer sus soluciones de inversión, este ahorro de tiempo es esencial.

No solo han aparecido más gestoras, también ha habido un incremento sustancial en la tipología de producto que se pone a disposición de los analistas. En los últimos años destacan dos tendencias, los productos de gestión pasiva y los productos alternativos ilíquidos. Categorías antitéticas que conllevan procesos de análisis muy diferentes.

A pesar de todo, el terreno para los analistas, aunque complejo es fértil. Se ha abierto un mundo de posibilidades para la profesión.

Cristina Martínez Salas, gerente de productos de inversión y ahorro de Triodos Bank

La labor de un selector de fondos no es sencilla dada, no solo la gran variedad de fondos que hay en el mercado, sino la exigencia de cumplir con el deber fiduciario para con nuestros inversores.

En el caso de Triodos Bank, la evolución de la normativa sobre finanzas sostenibles y las mejoras en la información, la transparencia y las herramientas de análisis han sido de gran ayuda para la selección de los fondos de inversión que mejor cumplen con nuestros estándares estrictos de sostenibilidad.

Aquí subyace, además, la necesidad de todo selector de marcarse unas líneas rojas que le permitan acotar el amplio universo de fondos invertibles. En el caso de Triodos Bank estas guías conforman, en última instancia, filtros de exclusión. El orden de aplicación de estos es una característica diferenciadora para el banco, ya que consideramos, siempre, el filtro de sostenibilidad e impacto, positivo y medible, de la gestora y de los fondos como el punto de partida.

La búsqueda de esa autenticidad y materialidad del impacto, así como los criterios de sostenibilidad aplicados en la elaboración de la política de inversión y de la cartera, es una tarea compleja que requiere de gran volumen de información y rigurosidad. Gracias a las autodeclaraciones en base al Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR, por sus siglas en inglés), podemos inferir el compromiso de las gestoras por la inversión de impacto, y es para Triodos una obligación la de seleccionar solo a aquellas gestoras que tienen una vocación genuina por este tipo de inversión. Que, además, tengan implementadas políticas de “engagement” y “proxy voting”, y estrictos criterios de exclusión, donde la taxonomía es de gran ayuda, son otros de los puntos importantes en la revisión.

Una vez seleccionadas las gestoras y fondos que cumplen con estos criterios, se revisa la parte financiera y operacional para buscar fondos que buscan obtener rentabilidades consistentes, procesos de inversión bien definidos y basados en el compromiso a largo plazo con las empresas, costes justos, y buenas metodologías de gestión de riesgos (de sostenibilidad y financieros).

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