El Covid-19 ha puesto de manifiesto que invertir en el sector healthcare debe de ser una prioridad estratégica para nuestras carteras. Un sector que se ha visto reforzado en esta crisis sanitaria, ha adoptado un papel de liderazgo durante la pandemia, ha mostrado una fuerte capacidad de resistencia y se presenta como una temática a largo plazo: el cambio demográfico es la megatendencia por excelencia. El sector healthcare históricamente ha ofrecido un buen comportamiento y, en momentos de final de ciclo y alta volatilidad, refuerza su carácter defensivo. No sólo es una opinión compartida entre los profesionales de la industria y gestores de fondos, el presidente de la Asamblea General de la ONU ha reiterado la importancia de invertir en salud como una inversión en capital humano, desarrollo social y económico y el empoderamiento de todas las personas.
¿Cómo se comportará el sector healthcare tras el resultado electoral de Estados Unidos? Nos dan las claves AllianceBernstein, Alger, Clearbridge Investments, Janus Henderson, M&G y Schroders.
Ton Wijsman, Senior Investment Strategist – Equities, AllianceBernstein
Con las elecciones estadounidenses a solo dos semanas de distancia, los inversores se están poniendo nerviosos, especialmente ahora que el presidente de los Estados Unidos y varios miembros del personal de la Casa Blanca han contraído el COVID-19. Para las empresas del sector salud, que tienden a ser susceptibles al riesgo político, lo que está en juego es particularmente alto.
Los esfuerzos para combatir el coronavirus parecen haber eliminado los crecientes costes de la atención médica de la agenda política de EE. UU. Pero esto podría cambiar rápidamente después de las elecciones. El candidato demócrata Joe Biden apoya un sistema para la seguridad social de “pagador único” para reemplazar el seguro privado existente. El presidente republicano Trump quiere eliminar la Ley de Atención Médica Asequible, promulgada por el presidente Obama en 2010 para ayudar a garantizar que todos los estadounidenses tengan acceso a una atención médica más accesible.
El precio de los medicamentos es otro campo político minado, y ambas partes están preocupadas por la desenfrenada inflación de los costes de atención médica. Más allá de las elecciones presidenciales, el partido que controle el Senado tendrá una influencia importante en la política de precios de los medicamentos, lo que podría afectar la suerte de algunas empresas del sector salud.
Pero los inversores no deberían distraerse con el ruido político. De hecho, creemos que las acciones del sector salud seleccionadas para nuestro fondo AB International Healthcare ofrecen atractivas oportunidades de crecimiento, poder de permanencia a largo plazo y son relativamente inmunes a este ruido político. Se pueden encontrar ejemplos en subsectores como el diagnóstico, cirugía robótica o salud animal.
Desde nuestro punto de vista, las empresas seleccionadas con productos o servicios que son beneficiosos para los clientes al tiempo que mejoran la eficiencia y reducen los costes en el sistema de salud en general deberían prosperar en cualquier entorno político. Por supuesto, incluso las empresas que son relativamente inmunes a la política podrían experimentar volatilidad en el precio de las acciones junto con el sector a medida que se acercan las elecciones. Sin embargo, muchas empresas de atención médica tienen negocios subyacentes que simplemente no se ven afectados por problemas políticos. Entonces, aunque sus acciones pueden verse sacudidas junto con el sector, los gerentes activos pueden explotar la volatilidad para comprar compañías que pueden emerger como ganadoras a largo plazo, mucho después de que se decida el resultado de las elecciones.
Amy Zhang, gestora del fondo Alger SICAV-Alger Small Cap Focus
Desde finales del año pasado aumentamos la ponderación al sector salud, ya que pensamos que éste sería el sector protagonista, incluso antes de la pandemia o las elecciones. Las empresas de diagnóstico médico continúan haciéndolo bien, y aquellas dedicadas a los dispositivos médicos serán las que, en nuestra opinión, más rápido se recuperen.
Una característica común de los holdings en los que invertimos es la innovación y la conversión de datos en información procesable. Nuestros principales intereses incluyen el envejecimiento de la población para la atención sanitaria de alta calidad, la humanización de las mascotas, la computación en la nube, el 5G y la automatización del comercio electrónico. También tratamos constantemente de descubrir nuevos temas de inversión. Cualquier cosa que sea provechosa para la transformación digital seguirá funcionando bien en la ‘nueva normalidad.
Además, buscamos empresas de alto crecimiento y alta calidad financiera, las cuales son menos sensibles al ciclo económico y están impulsadas por un crecimiento a largo plazo. Invertimos en lo que creemos que son pequeñas empresas excepcionales que tienen potencial para convertirse en grandes compañías excepcionales. Dejamos que las empresas ganadoras en las que invertimos se desarrollen de manera que crezcan a lo largo de los años y, actualmente, vemos interesantes oportunidades en el sector salud de EE.UU.
Marshall Gordon, analista sénior de Clearbridge Investments
Existe una creciente preocupación en la comunidad inversora respecto de la situación política en EE.UU., en concreto, en relación con la posibilidad de que la presidencia y las dos cámaras del Congreso cambien de manos y pasen a estar controladas por los demócratas. En caso de que se siga al pie de la letra, la agenda sanitaria de Joe Biden podría despertar el nerviosismo de los inversores a la hora de invertir en este sector, pero un gran número de analistas políticos cree que la política resultante en este ámbito seguramente resultará mucho más benevolente de lo que sugiere el plan actual. En nuestra opinión, se trata de una expectativa razonable.
En general, consideramos que los sectores farmacéutico y biotecnológico albergan las mayores oportunidades. Mantenemos nuestro firme compromiso con nuestra filosofía de inversión basada en la innovación y creemos que siguen existiendo muchas oportunidades en las que el mercado no está valorando las nuevas carteras de productos en desarrollo. Mantenemos una sobreponderación considerable en el sector de biotecnología, especialmente en títulos de pequeña y mediana capitalización que cuentan con medicamentos candidatos prometedores con capacidad para generar rentabilidades superiores basadas en los buenos resultados clínicos de los fármacos. Estamos posicionados en determinados títulos farmacéuticos donde contamos con convicciones de mayor solidez sobre su capacidad para brindar una rentabilidad superior. También hemos restado énfasis deliberadamente a la cadena de valor de los medicamentos (distribuidores de fármacos, administradores de beneficios de farmacia y farmacias), dado que los fundamentales de negocio se encuentran presionados y no observamos un catalizador a corto plazo que posibilite su mejora.
Andy Acker, co-gestor de la estrategia Global Life Sciences de Janus Henderson
La ACA (Affordable Care Act) ha pasado a ser parte integral del sistema sanitario estadounidense y, ante la amenaza que se cierne sobre su futuro, las acciones de empresas del sector salud se han visto bajo presión, sobre todo las de las compañías de seguros y los proveedores de servicios.
Sin embargo, el abanico de posibles desenlaces es mucho más amplio de lo que podría parecer y depende de factores como el resultado de las elecciones estadounidenses, el nombramiento de un noveno Juez del Tribunal Supremo y la interpretación jurídica.
Creemos que es importante que los inversores tengan en cuenta el riesgo bajista, pero también observamos que el sentimiento negativo puede provocar un desajuste de las valoraciones con respecto a los fundamentales y generar oportunidades para los inversores a largo plazo.
En Estados Unidos, el sentimiento podría lastrar a las acciones de salud en el corto plazo, sobre todo las de hospitales y proveedores que se han beneficiado de disposiciones de la ACA como la ampliación de Medicaid. Pero también queremos señalar que el sentimiento negativo podría causar un desajuste de las valoraciones con respecto a los fundamentales, como ocurrió hace una década cuando se promulgó la ACA. Hoy en día, el sector estadounidense de la salud cotiza con un gran descuento respecto a los mercados en general, a pesar de que muchas empresas están desarrollando terapias innovadoras, incluidas vacunas para la covid-19. A nuestro juicio, este tipo de desajustes crea oportunidades para los inversores y puede suponer una diferencia considerable para la rentabilidad a largo plazo.
Randeep Somel, Associate Portfolio Manager del equipo de renta variable de M&G
Más allá de los temas recurrentes en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, como los planes tributarios o la inmigración, en esta ocasión la atención sanitaria se ha convertido en otro campo de batalla electoral. Aunque hasta ahora el discurso de los grandes partidos se ha concentrado en el carácter de los candidatos y no en las medidas específicas que tomarían, podemos comenzar a descifrar cómo sería un segundo mandato republicano bajo Donald Trump o una presidencia demócrata de Joe Biden en términos prácticos y, en este caso, en el sector sanitario.
Es probable que Biden persiga políticas dirigidas a facilitar el acceso a la atención sanitaria, como una refinanciación de la ley Obamacare. Sin embargo, más allá de los potenciales cambios que podría implementar el candidato demócrata, las reformas serán de un carácter moderado. Todo apunta a que no veremos un solo proveedor sanitario nacional a gran escala, como proponían otros candidatos demócratas de talante más izquierdista.
Trump, por su parte, también ha intensificado la retórica en torno a los precios de los fármacos en Estados Unidos, afirmando que los reducirá hasta los niveles internacionales. Aunque esto podría propiciar cierta volatilidad de precios entre las acciones sanitarias a medida que se acerca la cita en las urnas, la amenaza que les habría supuesto la elección de un presidente demócrata más radical ha pasado.
Sean Markowicz, CFA y responsable de Estrategia, Estudios y Análisis de Schroders
La pandemia ha afectado de manera desproporcionada a las familias de menores ingresos y ha puesto de manifiesto la desigualdad en el acceso a la atención médica en Estados Unidos. Como resultado, si Joe Biden gana las elecciones presidenciales de noviembre, como apuntan las encuestas, es posible que duplique el control de los precios de los medicamentos y cree una opción de seguro médico público para competir con las empresas privadas. Ambas políticas son negativas para las empresas farmacéuticas y las aseguradoras, pero seguirían requiriendo la aprobación del Congreso y, en cualquier caso, tendrían un impacto más leve en el mercado en comparación con alternativas de mayor alcance, como la «Sanidad para todos» defendida por Bernie Sanders.
No obstante, a medio plazo, pueden surgir problemas específicos en el sector sanitario que podrían pesar sobre las valoraciones de las acciones de las empresas sanitarias de EE.UU. Por lo que los inversores deben mantenerse en guardia si están demasiado expuestos a esas áreas.