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Día Internacional del Vehículo Eléctrico: cómo los gobiernos están promoviendo su adopción
Inversión ESG

Día Internacional del Vehículo Eléctrico: cómo los gobiernos están promoviendo su adopción

La ley amplía la subvención para la adquisición de vehículos eléctricos (EV) y proporciona ayudas para la carga de vehículos eléctricos y las infraestructuras de recarga limpia.
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9 SEPT, 2022

Por Álvaro Cabeza

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Hoy, 9 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Vehículo Eléctrico y un gran número de países está implementando medidas para impulsar su desarrollo. Estados Unidos es un claro ejemplo de ello.

La Ley de Reducción de la Inflación (IRA por sus siglas en inglés), firmada el pasado 16 de agosto por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, es una de las medidas más importantes en materia de energía limpia de la historia reciente. Destinada a mitigar el aumento de los precios y el cambio climático, dotará de 369.000 millones de dólares a las prioridades de energía y cambio climático.

Todo ello aumentará de forma significativa el universo de inversión en estos sectores, concretamente en energías renovables, almacenamiento autónomo de energía, combustibles sostenibles, transporte limpio e infraestructuras tradicionales de apoyo a la cadena de suministro nacional.

Entre sus medidas se encuentra la ampliación de 10 años de los créditos fiscales existentes, que es un claro factor positivo para el despliegue de proyectos eólicos y solares. De hecho, el Laboratorio ZERO de la Universidad de Princeton estima que el IRA duplicará el importe de la inversión anual en infraestructuras de energía limpia para 2030, pasando de 200.000 a 400.000 millones de dólares (véase el gráfico).

Nueva proyección de inversión anual en infraestructuras tras la puesta en vigor del IRA (inversiones en capital anuales, miles de millones de dólares)

La mayor proporción se debe a las mayores inversiones en energía eólica y solar, que seguirán impulsando la penetración de las energías renovables. Esto también aumentará la necesidad de nuevas capacidades de almacenamiento de energía y cadenas de transmisión. Más allá de la eólica y la solar, la IRA también amplía los créditos fiscales a muchas tecnologías y sectores de energía limpia de rápido crecimiento. Por ejemplo, el almacenamiento de energía autónomo se convierte en un gran beneficiario, ya que estos proyectos podrán acogerse a la desgravación fiscal a la inversión (ITC por sus siglas en inglés). De este modo, los proyectos autónomos se igualan a los proyectos híbridos de energías renovables más almacenamiento (los proyectos híbridos ya podían acogerse al ITC antes de la IRA).

Además, los créditos fiscales se han ampliado al hidrógeno verde, los biocombustibles y la energía nuclear. Especialmente el hidrógeno disfrutará de un crédito fiscal bastante amplio. A 3 dólares por kilo, Estados Unidos será uno de los productores de hidrógeno verde más baratos del mundo. Los créditos fiscales para la captura, utilización y secuestro de carbono (CCUS) también se han incrementado en un 70%.

Por último, la IRA amplía la subvención de 7.500 dólares para la adquisición de vehículos eléctricos (EV) y elimina la anterior reducción progresiva de las subvenciones para los proveedores de gran volumen (por ejemplo, Tesla, General Motors), aunque la subvención tendrá unos requisitos de contenido local más estrictos. El proyecto de ley también crea una subvención para los vehículos eléctricos usados de hasta 4.000 dólares, y proporciona 1.700 millones de dólares en subvenciones para la carga de vehículos eléctricos y las infraestructuras de recarga limpia.

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