CFA Institute, la Asociación Global de Profesionales de la Inversión, ha publicado un nuevo informe en el que se analizan los efectos de la crisis causada por la pandemia del Covid-19 en los mercados de capitales, la industria de gestión de inversiones y la economía global, así como las respuestas de carácter fiscal y monetaria de los organismos gubernamentales.
«La presencia global de CFA Institute nos facilita la oportunidad única de preguntar a nuestros miembros (profesionales expertos que trabajan, literalmente, en cada rincón del mundo) para evaluar el impacto de la pandemia, que ha provocado el colapso inmediato de los mercados en todos los sentidos. El Informe identifica y analiza qué piensan los miembros sobre las consecuencias que el virus ha tenido en nuestro propósito principal, la gestión global de inversiones. De forma específica, miramos hacia la situación económica, la forma que adoptará la recuperación, la volatilidad del mercado, la formación de precios, así como la importancia de la respuesta regulatoria, y mucho más».
Margaret Franklin, CFA, Presidenta y CEO de CFA Institute
«El confinamiento ha tenido un efecto devastador en los mercados. En términos de la recuperación y sobre la forma que tomará, nuestros miembros muestran cautela, a diferencia de otros profesionales de la industria de servicios financieros, algo más optimistas. Respecto al efecto que la volatilidad tiene en la asignación estratégica de activos, una mayoría afirma que sus empresas están adoptando un enfoque de «esperar y ver» con las carteras, o que no han realizado cambios. Las diferencias en el impacto y la respuesta de la industria entre los mercados desarrollados y en desarrollo serán clave a medida que la situación del Coronavirus evolucione en los próximos meses. Entre los indicadores más preocupantes destacan el riesgo que la crisis conlleva sobre la estabilidad del precio de los activos, debido a las perturbaciones de liquidez y la intervención de las autoridades, que podrían influir en la formación de precios. Por otra parte, la presión que la crisis plantea a los profesionales en términos de conducta profesional también es preocupante; el 45% cree probable que la crisis genere conductas poco éticas en la industria de gestión de inversiones. Sin embargo, la mayoría afirmó que los códigos de conducta no debería relajarse por la crisis, lo que viene a reflejar la profesionalidad y la formación ética de nuestros miembros».
Olivier Fines, CFA, Director de Advocacy para EMEA de CFA Institute y autor del Informe
Principales conclusiones y estadísticas del informe
Sobre la inestabilidad de precios de los activos: Un amplio 96% de los encuestados opina que la situación de crisis podría alterar negativamente la fijación de precios de los activos en el mundo, sin distinción de regiones. Afirman que la causa ha podido estar en dos factores subyacentes: una perturbación de la liquidez (38%), hecho que preocupa principalmente en Asia, y la distorsión de los precios reales del mercado por la intervención de los gobiernos (36%), segun indican los encuestados en Norteamérica y Europa. Sobre las prácticas profesionales y éticas respecto de la fijación de precios de los activos, solo el 2% de los encuestados se ha mostrado preocupado con posibles comportamientos dudosos a la hora de fijar los precios.
Sobre la forma que adoptará la recuperación económica: Hay unanimidad entre las regiones de América, EMEA y Asia Pacífico; el 44% contempla una recuperación a medio plazo con forma de «palo de hockey«, lo que implica alguna forma de estancamiento durante los próximos dos o tres años, hasta que los signos de recuperación sean visibles. El 35% optó por una recuperación lenta, en forma de U, lo que indicaría 3-5 años de recuperación moderada de la actividad, antes de ofrecer signos más claros de aceleración Sin embargo, una mayoría se muestran cautos, a diferencia de algunos CEO de la industria y la banca, que se ha mostrado, por ahora, más optimistas.
Sobre la volatilidad del mercado: Cerca del 75% afirma estar analizando la volatilidad antes de tomar una decisión sobre la asignación de activos, o por el contrario siguen sin ver ningún impacto relevante. El restante 25% afirma que ha modificado de forma significativa sus asignaciones estratégicas debido a los efectos de la inestabilidad; ésta ha sido mayor en las carteras de América Latina, el 44%, y en el sudeste asiático, un 38%, a diferencia de Europa y América del Norte.
Sobre la liquidez del mercado: Existen opiniones diversas por tipo de activo y región. Para los bonos corporativos con grado de inversión en los mercados desarrollados, el 76% cree que la liquidez ha disminuido, siendo la intervención de los Bancos Centrales la que ha estabilizado la trayectoria descendente. Esta ha tenido más impacto sobre los bonos corporativos y soberanos, que en la renta variable de los mercados desarrollados. Solo una minoría de los encuestados piensa que nos enfrentamos un grave shock de liquidez, que podría derivar en ventas masivas y perturbaciones. La caída del mercado parece haber afectado en menor medida a la liquidez de los activos de los mercados desarrollados; solo el 31% cree que ha disminuido.
Sobre el intervencionismo de Gobiernos y Bancos Centrales: Una mayoría de encuestados indicó que era un importante factor de estabilización, pero con diferencias de opinión, según las regiones de procedencia, sobre si aquella debería continuar. Un 49% estaba de acuerdo en que la actual ayuda será insuficiente y debería seguir, pero solo a corto plazo, para permitir un desapalancamiento acompañado de rigor fiscal.
Sobre la respuesta regulatoria: El 50% cree que no se debe dar una relajación del código de conducta para fomentar el trading y la liquidez (un 26% pensaba que se debía relajar); el 69% afirma que los reguladores deben tomar la iniciativa para buscar las respuestas adecuadas, consultando con la industria.
Todavía más importante, hay unanimidad sobre lo que los reguladores deberían, y no deberían hacer:
- El 75% cree que las empresas con ayuda de emergencia durante la crisis no deberían pagar dividendos, ni compensar a los ejecutivos con bonos.
- Un 83% opina que no se debe considerar la prohibición de las ventas a corto.
- El 84% cree positivo analizar la actividad de los ETF durante la crisis, para determinar la naturaleza de su posible impacto sistémico.
- Un 94% opina que los reguladores deben reforzar la educación de los inversores sobre el riesgo de fraude en tiempos de crisis, así como extremar la continua vigilancia del mercado (82%).
- El 82% cree que los reguladores no deberían considerar imponer vacaciones en el mercado de valores o permitir temporalmente a las compañías retrasar la presentación de informes sobre cambios en sus condiciones financieras (73%).
Sobre la ética en tiempos de crisis: El 45% estima probable que la crisis provoque conductas de dudosa ética en la industria de gestión de inversiones, estando el 30% en posición neutral y un 25% en desacuerdo. Este mayor riesgo es percibido principalmente en los mercados menos desarrollados.
El impacto de la crisis en la gestión de activos, el papel de las finanzas y la globalización: Los miembros predicen quiebras a gran escala (39% de respuestas) y también una aceleración de la automatización para reducir los costes (38%). Igualmente, se contempla una próxima consolidación, así como la divergencia entre mercados emergentes y desarrollados, y un posible freno a la globalización de los mercados financieros.
¿Está modificando la crisis el debate de la gestión activa versus pasiva? El 42% de los encuestados cree poco probable que la crisis revierta la progresiva tendencia hacia las inversiones pasivas.
Sobre la situación laboral: Si bien es demasiado pronto para predecir los efectos a largo plazo sobre el empleo, el 54% de los encuestados no ve ningún cambio en los planes de contratación de su empresa, y el 36% informa de una congelación de la contratación, con solo un 9% que afirma habrá una reducción de personal.