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Gorka Apodaca de Banco Alcalá – Asesor del mes
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Gorka Apodaca de Banco Alcalá – Asesor del mes

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21 JUL, 2020

Por Leticia Rial de RankiaPro

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Os presentamos a Gorka Apodaca, Investment Advisor en Banco Alcalá, entidad perteneciente a Crèdit Andorrà Financial Group. Gorka se incorporaba a la firma a principios de este año tras permanecer más de nueve años en el equipo de selección de fondos de Morabanc; también ocupó el cargo de Portfolio Manager, entre otros. Con anterioridad, trabajó durante dos años en la firma Grant Thorton en el departamento de auditoría y consultoría financiera. Gorka comenzó su carrera profesional en ACS como consultor Outsourcing entre Francia y Barcelona.

Gorka Apodaca es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad del País Vasco, cuenta con el certificado de Analista Financiero Europeo (CEFA) por el Instituto de Estudios Financieros y es candidato al nivel tres del certificado CFA. Completó sus estudios con otras formaciones, destacando un curso de técnicas de trading y un postgrado de auditoría nivel 1 ROAC.

¿Por qué optaste por dedicarte al mundo del asesoramiento financiero?

La verdad es que ha sido un proceso bastante natural dentro de mi recorrido profesional. Desde joven he tenido bastante inquietud por el mundo financiero. Comencé mi etapa laboral en 2007, en un entorno donde trabajar en banca era bastante complicado, por lo que opté por el mundo de la consultoría y la auditoría, que me sirvió para conocer desde dentro el funcionamiento de las empresas. Más adelante, tuve la oportunidad de comenzar a trabajar en una entidad donde gestioné fondos de renta variable y, en una etapa posterior, realicé la selección de fondos y gestión de carteras.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo? ¿Y lo que menos?

Me motiva, sobre todo, que dentro del mundo de las inversiones y la gestión no existe la monotonía. Siempre hay multitud de temas en los que uno tiene que estar actualizado y tener en cuenta para realizar un análisis correcto de la situación económica. También me encanta el componente humano que te permite interactuar y analizar diferentes puntos de vista con los agentes económicos que intervienen en los mercados financieros. Por poner alguna pega, quizás sea la parte administrativa y operativa la que menos disfruto, aunque sin duda es esencial.

¿Cuáles son tus hobbies?

Me encantan los deportes, incluso mis vacaciones las dedico íntegramente a viajes deportivos. Es una manera muy sana de desconectar de los mercados en los que siempre tienes que estar muy atento a toda la información que llega diariamente. Siempre he tenido una gran afinidad por los deportes acuáticos (windsurf, submarinismo y surf). Sin duda, por ser natural de Bilbao y tener desde pequeño el mar cerca de casa. También practico algunos deportes de montaña (esquí y motocross), a los que me aficioné cuando estuve viviendo en Andorra.

El pasado mes de enero entrabas a formar parte de Banco Alcalá. ¿Cómo afrontas esta nueva etapa?

El cambio laboral siempre es un momento delicado para cualquier profesional y requiere un esfuerzo de adaptación para conocer los métodos de trabajo, la filosofía de la casa, así como a los compañeros y clientes con los que vas a trabajar en el día a día. Pero, sinceramente, el recibimiento por parte de Banco Alcalá y del Grupo Crèdit Andorrà fue inmejorable. Desde el primer momento he notado tanto un trato cercano y profesional por parte de todos los compañeros como una orientación enfocada cien por cien al cliente.

¿Cómo deben orientar los inversores sus carteras en el entorno actual?

Sin duda, este año está siendo bastante atípico. Los efectos derivados del parón económico provocado por la Covid-19 nos están dejando datos macroeconómicos negativos nunca vistos, caídas drásticas de PMI a nivel mundial, aumentos de las tasas de paro sin precedentes (superando los 20 millones en EE. UU.), futuros del petróleo en negativo… Sin embargo, la rapidez con la que los bancos centrales han aplicado políticas monetarias expansivas y las ayudas fiscales que los países han puesto sobre la mesa, han hecho que la caída más rápida que se ha dado en los mercados esté seguida también por la recuperación más veloz que se recuerda. No obstante, siguen existiendo factores a los que habrá que estar atentos, tanto en lo que concierne la evolución de los datos económicos de la nueva normalidad como en los geopolíticos: próximas elecciones en Estados Unidos, desenlace del Brexit o un posible nuevo tensionamiento entre las relaciones comerciales de EE. UU. y China.

A nivel de renta variable, vemos las valoraciones bastante ajustadas en los niveles actuales por lo que nos mantenemos neutrales. Primamos las compañías de calidad y crecimiento, aunque no dejamos de lado las compañías de sectores cíclicos, donde sí vemos una mejora de sus perspectivas de recuperación y deberían tener un gran recorrido.

En renta fija, hemos visto también un movimiento muy rápido tanto en la ampliación como en el estrechamiento de los spreads desde marzo. Teniendo en cuenta los apoyos de los bancos centrales, creemos que todavía existe valor en bonos corporativos investment grade.

¿Qué características piensas que debe tener un buen asesor financiero?

Desde mi punto de vista, existen dos pilares fundamentales. Uno es la formación y la experiencia. Para ser un buen asesor, se debe de conocer en detalle los productos que se ofrecen a cada cliente, explicando los beneficios o riesgos que aporta cada uno de ellos. También es muy importante saber perfilar adecuadamente a cada cliente sopesando su horizonte temporal, conocimientos de mercado, aversión al riesgo y expectativas.

El otro pilar es la comunicación, donde incluyo también un componente docente. Es de vital importancia educar a los clientes sobre la realidad económica en la que nos movemos para así poder adaptar las carteras a cada situación de mercado. También es importante resolver sus dudas en cuanto a clases de activos y composición de las carteras. Esta comunicación se ha visto en parte afectada por el confinamiento, al no poder llevarse a cabo visitas presenciales. Por suerte, la tecnología nos brinda alternativas para mantener una buena comunicación.

¿En base a qué parámetros se confeccionan las carteras de los clientes de Banco Alcalá?

Al formar parte de un grupo internacional, el Grupo Financiero Crèdit Andorrà, mantenemos reuniones semanales con los diferentes gestores y asesores del grupo que se localizan en España, Andorra, Luxemburgo y EE.UU. Este hecho nos permite tener una visión más global y un discurso de mercado propio muy diferenciado de la competencia. Una vez consensuada la visión macroeconómica, procedemos a realizar la selección de fondos, acciones o bonos a través de filtros tanto cuantitativos como cualitativos. Posteriormente, cuando estos activos forman parte de las carteras, realizamos un seguimiento exhaustivo comprobando que los rendimientos son acordes con la evolución del mercado. Adicionalmente, realizamos reuniones regulares con los gestores de estos fondos o con las compañías en las que estamos invirtiendo para que nos expliquen de primera mano cómo está siendo su evolución, posicionamiento y perspectivas de futuro.

¿Existe una tipología de fondo de inversión que no incluirías nunca en tus carteras?

Más que una tipología, lo que excluimos son aquellos fondos que no somos capaces de entender en detalle su proceso de inversión o en base a que criterios realizan sus inversiones. Preferentemente elegimos fondos con un mínimo de inversión de 50 millones de euros, que tengan un track record de 3 años y que estén constituidos en formato UCITS.

9. ¿Por qué motivo los inversores incluyen inversiones socialmente responsables en sus inversiones en mayor medida?

Sin duda, los clientes solicitan cada vez más este tipo de inversiones. Es una manera de que los inversores tomen conciencia social y primen este tipo de fondos que invierten en compañías socialmente responsables. Todavía estamos lejos de los niveles de inversión donde esta temática tiene más arraigo (Países Nórdicos, Benelux…). También hay que tener en cuenta que la industria ha visto un gran potencial en este nicho de mercado, por lo que la mayoría de las gestoras ya incluyen este tipo de inversiones dentro de sus gamas de producto.

¿Cómo es posible conseguir un equilibrio entre la gestión activa y pasiva en las carteras?

Son totalmente compatibles. Es verdad que los datos de incremento en gestión pasiva no dejan de aumentar y tiene sentido en aquellos activos en los que es muy difícil batir a los índices de referencia, como puede ser el S&P 500, o cuando, por ejemplo, se quiere realizar una apuesta táctica durante un periodo breve de tiempo y no incurrir en costes de gestión innecesarios. Sin embargo, la gestión activa siempre estará presente y en la actualidad existen multitud de gestores con unos rendimientos superiores y consistentes a los de sus índices de referencia.

¿Qué diferencias observas en la forma de invertir de las nuevas generaciones?

El perfil del inversor está cambiando con las nuevas generaciones. Sobre todo, está mejorando la educación financiera que recibe, gracias en parte a que tenemos ingentes cantidades de información financiera a un solo clic. Aunque todavía estamos lejos de países como EE. UU. o Reino Unido.

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