¿Por qué ESG? A los inversores les ha preocupado siempre la forma en que se invierte su dinero. Aunque el término ESG es de reciente creación, referido a la integración de los factores ambientales, sociales y de buen gobierno en las estrategias de inversión, sabemos que ya en la era victoriana un grupo de industriales filántropos se dieron cuenta de que sus negocios tendrían más éxito si sus trabajadores disfrutaban de viviendas adecuadas, de oportunidades de educación y de sanidad. Desde entonces, estas consideraciones han ido creciendo hasta convertirse hoy en una amplia y diversa familia de productos y servicios.
La inversión ESG ha ido creciendo hasta convertirse en una modalidad habitual gracias a cuatro factores:
1. Inversores particulares e institucionales desean inversiones en consonancia con sus convicciones y sus valores.
2. Mayor transparencia y acceso a información sobre cómo se invierte el dinero.
3. Evidencia de que los factores ESG pueden al mismo tiempo incrementar los rendimientos y reducir los riesgos
4. El interés del inversor por influir en la forma en que se desarrolla el negocio.
El volumen de activos gestionados de acuerdo con los principios ESG va a seguir creciendo. Los principios ESG no son un capricho o una moda: en los próximos diez años formará ya parte integrante de la filosofía de inversión de la mayoría de los gestores profesionales.
¿Cómo añaden valor los factores ESG?
Entre 1990 y 2000 los inversores pensaban que la integración de factores ESG en sus decisiones de inversión significaría renunciar a la rentabilidad. Pero esta idea ya no tiene vigencia. Los datos demuestran que las inversiones ESG pueden mejorar los resultados, en parte al seleccionar empresas mejor dirigidas y en parte al evitar determinados riesgos. Un extenso metaanálisis de más de 2000 estudios académicos sobre el efecto de la incorporación de factores ESG en las decisiones de inversión ha revelado una clara evidencia de que los factores ESG mejoran el perfil riesgo/rentabilidad de las inversiones. Los estudios que identifican un efecto positivo son once veces más numerosos que los que indican un efecto negativo para inversiones en mercados emergentes, mientras que el efecto era similar aunque menos pronunciado para mercados desarrollados.
Análisis de 2000 estudios académicos: ¿ha tenido la incorporación de factores ESG un impacto positivo o negativo en el perfil riesgo/ rentabilidad?
¿Cómo añaden valor los factores ESG?
Si bien los 2000 estudios antes mencionados tenían en cuenta numerosos aspectos de ESG, son especialmente tres las maneras en las que los factores ESG mejoran los resultados de las inversiones:
1. Incremento de retornos. El índice MSCI World Socially Responsible Index ha batido al MSCI World Index en cerca de 15 puntos porcentuales en un periodo de 10 años.
2. Reducción de volatilidad. En casi todas las categorías, los fondos de inversión en acciones con 5 globos Morningstar (alta calificación en criterios ESG) son considerablemente menos volátiles que los que tienen un globo (calificación baja).
3. Complemento del análisis tradicional. Incorporar factores ESG en los enfoques del análisis tradicional mejora significativamente el retorno ajustado al riesgo en hasta un 50%.
¿Qué es ESG?
¿Qué enfoques de inversión ESG están hoy disponibles?
La terminología en torno a los factores ESG es actualmente prolija y confusa. Para evitar equívocos, hemos establecido seis categorías que utilizamos para describir las inversiones ESG:
Inversión de impacto, inversiones temáticas, la mejor de su categoría, integración, implicación y exclusión.
Estos seis enfoques a la inversión ESG se establecen de acuerdo con la motivación del inversor y los límites que impone a la construcción de la cartera. El diagrama siguiente expone estas diferencias: en el eje horizontal (x) mostramos la motivación habitual del inversor, ya sea influida por valores y convicción o por rendimiento financiero, y en el eje vertical (y) se muestra el grado en que el enfoque de inversión determina la construcción de la cartera.
Por ejemplo, la categoría de inversión de impacto se centra esencialmente en dirigir proyectos concretos de desarrollo que generen mejoras para la calidad de vida de los participantes o para el medio ambiente. Por ello, consideramos que la inversión de impacto influye de manera muy significativa en la construcción de la cartera, con una especial motivación por valores y convicciones, y por ello se sitúa en la parte superior izquierda del gráfico. Este planteamiento nos permite situar los seis enfoques principales a la inversión ESG en el siguiente diagrama.
Motivaciones de los inversores e impacto en la construcción de la cartera
Enfoques de la inversión ESG
EXCLUSIÓN: Filtrado para descartar empresas o sectores no deseados, ya sea según convicciones o según criterios internacionales, también conocido como “exclusiones basadas en normas”. Reduce el universo de inversión al inicio del proceso excluyendo aquellas empresas con bajas calificaciones en materia de ESG.
– Ejemplo e implicaciones: La cartera no incluye empresas que operan en sectores como el de armamentos o la industria extractiva, para que las inversiones respeten las convicciones de los clientes. El resultado es una cartera de empresas que cumplen los principios ESG mínimos, y que pondera otros factores.
EL MEJOR DE SU CATEGORÍA: Solo invierte en empresas con un desempeño ESG excelente en comparación con otras de su sector, normalmente realizando un filtrado para seleccionar las mejores en su categoría como primer paso del proceso de inversión, a menudo basado en información de fuentes externas.
– Ejemplo e implicaciones: La cartera invierte en empresas con las mejores calificaciones ESG de su sector, y no en empresas con un desempeño medio en ESG con otras características interesantes. El resultado es una cartera con una desviación tracking error adicional debido a las exclusiones individualizadas. Tenga en cuenta que este enfoque no excluye segmentos en su totalidad, por ejemplo, combustibles fósiles.
INTEGRACIÓN: Incluye los factores ESG como elemento plenamente integrado del proceso de inversión, combinando las calificaciones ESG con otros factores (los fundamentales) en apoyo de la toma de decisiones, a menudo utilizando una metodología ESG propia.
– Ejemplo e implicaciones: La cartera invierte en las empresas con la mejor combinación de características ESG y otras características. No limita el universo de inversión, sino que trata de crear un proceso de inversión con objetivos concretos y un personal de gestión de la cartera que pueda realizar análisis de ESG junto con otros tipos de análisis de inversión.
TEMÁTICA: Inversión centrada en oportunidades relacionadas con un único aspecto o megatendencia.
– Ejemplo e implicaciones: La cartera invierte en empresas que puedan beneficiarse de una megatendencia disruptiva, como la transición a energías más limpias. El resultado es una cartera concentrada que debería ser rentable si la tendencia se desarrolla como está previsto
INVERSIÓN DE IMPACTO: Invertir en actividades con un impacto positivo en el medio ambiente o la sociedad.
– Ejemplo e implicaciones: Cartera centrada en una o varias áreas, como microfinanzas, infraestructura de energías renovables o proyectos agrícolas con un fin social. Lograr un fin social es el principal objetivo, y no la rentabilidad de la inversión.
COMPROMISO: La finalidad de los inversores es influir en la gestión de la empresa para mejorar las prácticas empresariales.
– Ejemplo e implicaciones: Existe una amplia horquilla de niveles de implicación, desde el ejercicio de derechos de voto a la implicación pública, como desarrollan destacados fondos activistas. Puede aplicarse junto con cualquier otro de los enfoques antes descritos.
Cómo cambiará mi cartera si elijo un enfoque de inversión ESG
La mayoría de los enfoques ESG tienen, por su naturaleza, un efecto sobre el universo de inversión de la estrategia y, por tanto, cambian la selección de sectores de la cartera, su liquidez y la desviación tracking error frente al índice de referencia. La tabla siguiente presenta un resumen del impacto típico de cada enfoque. El enfoque de integración muestra poco o ningún impacto en la cartera ya que el gestor de la cartera incluye los factores ESG junto con otros análisis, mientras que el enfoque de implicación tiene poco o ningún impacto en la cartera porque supone influir en la gestión de la empresa y a menudo se aplica con los demás enfoques ESG.
Aplicación a diferentes clases de activos
Aplicar enfoques ESG es ya posible en la mayoría de las clases de activos, por lo que la mayor parte de las carteras típicas puede ser gestionada de acuerdo con criterios ESG. Desde hace muchos años se han podido utilizar soluciones ESG para la renta variable, pero las soluciones ESG para otras clases de activos, incluida la renta fija y los activos inmobiliarios, son más complicadas y su aplicación requiere unos conocimientos especializados. Hay también límites claros a los enfoques ESG debido a la naturaleza de la inversión y los instrumentos utilizados. Por ejemplo, si los emisores estadounidenses de bonos de alta rentabilidad son, en su mayoría, empresas del sector energético, es imposible construir una cartera ESG bien diversificada en este segmento. Igualmente, las estrategias de inversión a través de derivados principalmente es difícil que puedan aplicar un enfoque ESG.
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