Durante los últimos 10 años, la renta variable de los mercados emergentes se ha mantenido a la zaga de la del resto de regiones. ¿Serán diferentes los próximos 10 años? En lo que a valoraciones relativas se refiere, la renta variable de los mercados emergentes ahora parece mucho más atractiva. En 2009, la renta variable emergente cotizaba con una prima con respecto al índice S&P 500. Esta prima ha ido reduciéndose sin cesar y ahora cotiza cerca de sus mínimos de valoración relativa.
A pesar de las atractivas valoraciones, los inversores parecen reacios a realizar asignaciones a los mercados emergentes y siguen manteniendo una posición infraponderada en renta variable mundial. ¿Qué podría hacer cambiar esta situación?
Pensamiento prioritario de los inversores
En los últimos tiempos, la desaceleración del crecimiento mundial, la guerra comercial de Trump y el riesgo político han supuesto un lastre para la confianza. Pero, ¿están justificadas estas preocupaciones? El crecimiento del PIB mundial se está ralentizando, pero este hecho afectará en mayor medida a los mercados desarrollados que a los emergentes, para los cuales se mantienen las previsiones de crecimiento de aproximadamente un 5% este año. El pronóstico para China, que representa el 30% del índice MSCI Emerging Market, es que siga creciendo por encima del 6%, a un ritmo muy superior al de EE. UU. y Europa. Además, los mercados emergentes están mejor preparados para hacer frente a una desaceleración, ya que la mayoría de ellos tienen mucho más potencial para implantar medidas de estímulo (tanto monetario como fiscal) que los mercados desarrollados.
Cualquier acontecimiento negativo en la guerra comercial entre EE. UU. y China ha tendido a provocar ventas indiscriminadas de renta variable emergente. Se considera una amenaza para el crecimiento de China, pero también para la globalización en general. No obstante, creemos que las posibles repercusiones sobre China se están exagerando. Gracias al crecimiento de su economía nacional, China es mucho menos dependiente de las exportaciones ahora que en el pasado. En 2018, las exportaciones representaron un 19,5% del PIB chino. Las exportaciones destinadas al mercado estadounidense ascendieron a aproximadamente un 18% por lo que, actualmente, el comercio con EE. UU. tan solo es responsable de en torno a un 3% del PIB chino. Y allá donde China pudiera perder, otros mercados emergentes podrían ganar. Vietnam, por ejemplo, se ha beneficiado del traslado de la producción fuera de China: sus exportaciones a EE. UU. aumentaron un 33% en el primer semestre de 2019.
Para los inversores en mercados emergentes, el riesgo político es una constante. El ejemplo más reciente es Argentina, donde el presidente en ejercicio perdió inesperadamente unas elecciones primarias frente a un candidato populista de izquierdas, lo que provocó la pérdida de valor del peso. Sin embargo, es poco probable que se produzca un contagio al resto de la región. Si bien Argentina puede acaparar los titulares, su importancia económica ha disminuido mucho como consecuencia de una serie de crisis. A modo de ejemplo, la renta variable argentina solo representa el 0,18 % del índice de los mercados emergentes.
Panorama global
¿Nos están distrayendo los titulares a corto plazo del panorama a más largo plazo? La trayectoria de crecimiento de los mercados emergentes no ha llegado a su fin. La participación de los mercados emergentes en el PIB mundial va en constante aumento, y en 2019 casi ha alcanzado el 60% (en paridad de poder adquisitivo) frente al 50% de hace poco más de una década. Está previsto que China sustituya a EE. UU. como la mayor economía del mundo en 2030.
Gran parte de este crecimiento se verá impulsado por el poder adquisitivo de una clase media cada vez más próspera. Según las previsiones, otros 1600 millones de personas entrarán a formar parte de la clase media entre 2015 y 2025, de las cuales la gran mayoría (1400 millones) se encuentran en la región Asia-Pacífico. Para poner este dato en perspectiva, en Europa tan solo se espera que 14 millones de personas se incorporen a la clase media.
En materia de innovación, los mercados emergentes son los líderes del mañana. Las solicitudes de patentes en los mercados emergentes han aumentado notablemente en los últimos 20 años. En 2018 se presentaron 1,7 millones de solicitudes procedentes del conjunto de los mercados emergentes, más del triple que de EE. UU. Muchas de ellas provenían de empresas chinas, un signo inequívoco de la transformación de la economía china. Esta inversión en investigación y desarrollo debería respaldar el crecimiento futuro.
Oportunidad actual
Los mercados emergentes no son homogéneos. Más bien constituyen un conjunto muy heterogéneo de economías y sectores. También cotizan en una amplia horquilla de valoraciones. A día de hoy, la dispersión de las valoraciones en los mercados emergentes se encuentra en niveles extremos. Esta dispersión de las valoraciones ofrece oportunidades para los gestores activos. La valoración media general esconde infinidad de empresas baratas con buenas perspectivas.
En los últimos años, los inversores han parecido dispuestos a «pagar más» por el crecimiento y se han concentrado en torno a empresas defensivas con precios elevados. Al hacerlo, sin embargo, han pasado por alto la principal fuente de crecimiento futuro: los mercados emergentes. En la actualidad, los inversores están más infraponderados en esta clase de activos de lo que lo han estado en los últimos 10 años, por lo que hay pocos impedimentos para realizar nuevas inversiones. A nuestro juicio, la oportunidad actual es especialmente atractiva.