Durante muchos años la bolsa norteamericana ha estado infraponderada en la mayoría de carteras de inversión, e incluso en algunas no aparece desde hace tiempo. El principal motivo es la valoración más baja que tiene respecto a otras bolsas como la europea.
Como se aprecia en el gráfico anterior, el diferencial de rentabilidad es enorme entre el S&P 500 y el EuroStoxx 50 especialmente desde 2009; de hecho la bolsa europea está por debajo de los precios tanto de la burbuja “punto com” del año 2000 como de la financiero-inmobiliaria de 2007; mientras, la norteamericana, mucho más afectada por ambas crisis está un 78% por encima.
Es posible que mucho inversor piense que hay una correlación más exacta, y siempre a favor de Estados Unidos (se oye mucho “nosotros repetimos lo que hace la bolsa americana el día anterior”) no recuerde cómo la bolsa europea subió más que la americana en los periodos 1998-2000 y 2004-2007 algo que desmonta ciertos mitos.
La cuestión ahora, tras años perdiendo coste de oportunidad manteniendo sobreponderación en bolsa europea, es saber si hay que rebalancear las carteras añadiendo peso en fondos o compañías norteamericanas. La caída de estos días puede ser un aliciente:
En el anterior gráfico se aprecia cómo estas últimas semanas ha hecho un movimiento muy claro de caída hasta soportes. Puede que haya lectores profesionales que no tengan en cuenta el análisis técnico y les sea indiferente esta gráfica, o los haya que sí lo miren pero no le vean potencial al haber perdido una directriz alcista e incluso algunas medias significativas.
Sin embargo, quien lo tenga en cuenta puede utilizarlo como un factor más, buscando una revalorización a máximos superior al 8% (12% desde mínimos) que en los tiempos que corren puede ser muy útil en una cartera global. Aunque no aparezca en el gráfico, el tecnológico Nasdaq 100 presenta una situación similar aunque con algo más de potencial técnico: +10% desde precios actuales; + 19% de mínimos de la semana pasada.
Seguro que hay otro grupo de asesores e inversores que sí miren los resultados empresariales. Pues bien, aunque el PER de Shiller marque en el momento de escribir este post 30,77x (niveles similares al “martes negro” de 1929), las compañías siguen presentando resultados muy sorprendentes:
A día 23 de noviembre, habían presentado resultados del tercer trimestre un total de 484 compañías del S&P 500; de ellas un 83,20% (401) lo había hecho por encima de las expectativas. Ya no solo siguen ganando dinero, sino que lo hacen sorprendiendo gratamente al mercado que, por supuesto, había descontado sus previsiones operando en función de ellas.
Por sectores este es el porcentaje de sorpresas positivas:
- Petróleo y energía (29 presentadas de 29 listadas): 75,86%.
- Materiales básicos (16 de 16): 75%.
- Industriales (89 de 90): 80,90%.
- Bienes de consumo (55 de 58): 70,91%.
- Sanidad (53 de 54): 88,68%.
- Servicios de consumo (61 de 67): 93,44%.
- Telecomunicaciones (3 de 3): 66,67%.
- Servicios públicos (29 de 29): 86,21%.
- Financieras (102 de 102): 80,20%.
- Tecnología (46 de 51): 95,65%.
Es interesante ver cómo por sectores hay cierta igualdad, y pesar del cambio que se predice con trasvases de growth a value no parece que los resultados acompañen dicho movimiento; de hecho la tecnología, con una muestra muy significativa (46 compañías) es el sector que mejor ha ido. Incluso, dando un paso más se puede ver cómo en el Nasdaq 100 ya han presentado 95 compañías con un porcentaje de sorpresas positivas del 88,04%.
Otro punto a favor de la inversión en bolsa americana es la “Ley del Sentimiento Contrario”; de nuevo habrá muchos lectores que se descuelguen de este argumento al ser poco científico. Es posible que el argumento “los grandes nos manipulan para ganar ellos” no es demostrable, pero sí tiene un argumento más razonable y menos conspiranoico: si todo el mundo dice que la bolsa americana está cara es porque ya ha vendido, por lo tanto solo les queda comprar.
La encuesta a inversores minoristas de la AAII pueden ayudar a demostrar, en parte, esta “ley”: durante estos últimos meses se ha movido por encima de 40% de alcistas en varias ocasiones (la media es de 38,50%) mientras que el último dato de día 22 (se publican los jueves) es del 25,25%. Desde ese día hasta el cierre del miércoles siguiente el S&P ha subido un 3,61% y el Nasdaq un 5,14%.
En un mercado tan complicado como éste, donde casi todo baja y no hay nada que dé seguridad, tener en cartera inversiones en bolsa americana puede optimizar la cartera: como hemos visto no está tan correlacionada con la europea y aun estando algo más cara puede dar estabilidad y rentabilidad. A esto hay que añadir el “factor divisa”: puede ser una herramienta más para diversificar, o bien anular este riesgo mediante fondos cubiertos.