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Miguel Ángel Cercas de Renta 4 – Asesor del mes
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Miguel Ángel Cercas de Renta 4 – Asesor del mes

Entrevistamos a Miguel Ángel Cercas, Director de Renta 4 en León.
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3 FEB, 2021

Por Leticia Rial de RankiaPro

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Os presentamos a Miguel Ángel Cercas, Director de Renta 4 en León. Después de trabajar varios años captando fondos europeos, abrió la oficina de Renta 4 en León que dirige desde entonces. Miguel Ángel es licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra, Doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma) y tiene un máster universitario en Derecho de empresas. Además colabora en diferentes medios de comunicación, imparte seminarios y es socio fundador del Aula Leonesa de Inversión.

¿Por qué optaste por dedicarte al mundo del asesoramiento financiero?

Después de trabajar en el Consorcio León con Futuro, surgió la oportunidad en el 2000 de abrir la oficina de Renta 4 en León. Siempre me había interesado el mundo de la inversión financiera porque mi padre seguía los mercados y de él aprendí el “invertir poco a poco y con cabeza”. Siempre ha sido una de mis pasiones pues considero que la inversión contribuye al progreso personal y de la sociedad.

¿Cuál crees que es el ambiente de trabajo ideal?

El que tenemos en nuestra oficina y en Renta 4 en general, ilusionados con el proyecto de acercar a los ahorradores e inversores al mundo financiero con transparencia, honestidad y competencia. De ponerlo fácil. Sin presiones de ningún tipo: no tenemos objetivos por productos. Y siempre pensando en prestar un servicio al cliente: cuanto mejor les vaya, mejor también para nosotros. Sin prisas, con dedicación, con detalle. Poniendo a las personas en el centro de nuestro trabajo. Pero realmente, no como un eslogan.

¿Cuáles son tus aficiones?

Escribir me encanta, he publicado seis libros: un ensayo sobre la inversión (Valores en alza. Tu conducta determina tu inversión), dos de microrrelatos (Si no fuera yo, entonces qué me gustaría y Entre Dios y yo. Microrrelatos para nada (des) moralizantes), dos de relatos cortos (Cumplo cuarenta y Me gusta llevar los cordones desatados) y uno de aforismos (A orillas del Bernesga). También, leer, jugar al tenis, hacer senderismo, el mus, kundalini yoga, estar con los amigos y, últimamente, practicar boxeo.

¿Qué características piensas que debe tener un buen asesor?

Estar bien formado para saber acompañar al inversor y que éste tenga una buena experiencia. Ha de ser honesto y sincero consigo mismo (saber qué sabe y qué no) y con los colegas y clientes. Tiene que tener una clara vocación de servicio. Se requiere prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Escuchar y no dar nada por supuesto.

¿Cuáles son los retos más importantes a los que has tenido que enfrentar durante la pandemia?

La coordinación con mi equipo (en la oficina somos tres personas), para que no hubiera retrasos en ningún sentido y resolviéramos lo urgente inmediatamente. Por otra parte, el transmitir a los clientes tranquilidad y confianza. Y, por último, filtrar la información.

¿Cómo deben orientar los inversores su carteras en 2021?

Nuestra filosofía es slow finance, que significa invertir en el medio y largo plazo en empresas de calidad a buen precio. Me gusta diferentes megatendencias como la salud, las tecnologías o el hidrógeno. Lo principal es determinar, para cada cliente, la cantidad a invertir -incluyendo el ahorro periódico-, su perfil de riesgo y, entonces, construir una cartera de cinco o seis fondos de inversión con buen histórico y volatilidad.

Con una presencia cada vez mayor de la gestión pasiva ¿crees que van a ser los costes el tema central de la industria durante los próximos años?

Centrarse en los costes es un error. Nosotros somos partidarios de la gestión activa porque la diferencia con los índices de referencia es abismal. Un buen trabajo hay que pagarlo. Ahorrarse el 0,5% para quedarse después lejísimo de las rentabilidades que proporcionan unos buenos fondos de inversión no tiene demasiado sentido. Creo que la cuestión básica seguirá siendo cómo generar una buena experiencia al inversor, que requiere conocerle muy bien y acompañarle de cerca, sobre todo en un entorno estructural de tipos de interés cero donde no existe rentabilidad sin riesgo y donde todos estamos “obligados” a invertir.

¿Hay que tener algo especial para ser asesor financiero o eso se aprende?

Como casi todo en la vida, vas aprendiendo si tienes ilusión y los ojos abiertos. Yo he tenido muy buenos maestros. Escribir Valores en alza me ayudó también a sistematizar mi pensamiento y a poner el foco en lo que considero importante: Tu conducta determina tu inversión.

¿Cómo se gestionan las emociones?

Las emociones no nos exime de nuestra responsabilidad. Te diría que antes de la tormenta lo tengas todo previsto. Es decir, tener una buena planificación financiera, una estrategia, en función de las circunstancias personales y profesionales, es crucial. Luego, hacer pequeños retoques tácticos pero siempre alejados del miedo o la euforia. Asesorar al cliente también significa, a veces, aprovecharse de las emociones ajenas. Advierte cómo te afectan, qué información te están dando y, luego, actúa: si ante caídas de mercado sientes miedo, no hay equilibrio entre tu perfil de riesgo y tu inversión.

¿Cuál sería el mejor consejo que daría a los inversores?

Céntrate en tu “círculo de influencia” -lo que depende de ti- y olvídate del “círculo de preocupación”: qué quieres, qué capacidad económica tienes, qué riesgos estás dispuesto a asumir y que con la elección del producto de inversión que mejor se adecúe a tu forma de ser y a tus necesidades estés tranquilo. Y no te centres en la especulación y en el corto plazo, pues las estadísticas en este sentido son pésimas y perderse los mejores días del año es muy desaconsejable. Poner la vista en empresas de futuro que estén a buen precio y “despacito y buena letra”, como decía Machado, slow finance. Sin prisas.

¿Si tuvieras que definirte con una palabra, ¿cuál sería?

Sinceridad.

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