Vivimos en una época única en la historia. Nunca antes habíamos tenido tantas opciones a nuestro alcance, pero quizás disfrutar de tanta variedad de oportunidades nos llevan en ocasiones a ser incapaces de tomar una decisión. ¿Quién no ha pasado casi más tiempo eligiendo una película que viéndola? Antes veíamos lo que “echaran” en los pocos canales disponibles, la decisión era más sencilla, aunque seguro que no igual de satisfactoria.
En muchas ocasiones tomamos esas decisiones en base a recomendaciones o tendencias para no tener que analizar todas las opciones disponibles. Si trasladamos este comportamiento a las inversiones, como ya sabrán, el “value” es un estilo de inversión que está de moda, pues en los últimos cinco años España se ha convertido en uno de los países con mayor número de gestoras autodenominadas “value investing” de Europa.
Las modas a veces se quedan y otras veces son pasajeras, y normalmente sólo sobreviven los originales. Probablemente alguna vez le han recomendado un restaurante que no ha logrado cumplir con sus expectativas. Lo que para unos es un festival en el paladar, para otros puede no resultar una experiencia tan placentera, al no adecuarse a sus gustos y necesidades. Siendo normalmente el tiempo quien pone a cada uno en su lugar, distinguiendo el grano de la paja.
Además del value hay otros estilos de inversión o factores que también han demostrado sus bondades, y, como hasta el momento nadie sido capaz de predecir el estilo de inversión que mejor se comportará en el futuro, llegamos a una conclusión: No ceñirnos a un único estilo de inversión.
Que se lo pregunten a los inversores de Valor en Estados Unidos en la última década, el cual ha ofrecido resultados llamativamente peores que el Growth, como podemos ver en el siguiente gráfico:
En Acacia no somos fieles seguidores de una única filosofía de inversión y sí defensores de la diversificación. Es por ello que propugnamos la inversión Multifactor o “factor investing” como el mejor enfoque para invertir en renta variable. Desde nuestro punto de vista, esto ofrece, una exposición a los distintos estilos de inversión que mejor han funcionado en el largo plazo, pero combinados de tal forma que cuando uno flaquea nuestras inversiones se resienten en menor medida.
El estilo Multifactor o también conocido como “Smart Beta” consiste en combinar las mejores características de la gestión activa, pasiva y alternativa.
Nuestro objetivo es lograr una potencial rentabilidad superior a la del mercado a través de una selección de valores sistemática, independiente de la subjetividad de un gestor “estrella”, que permita seleccionar de manera eficiente carteras diversificadas en valores, pero a su vez concentradas por factores, conservando así su pureza por estilo.
Los factores que consideramos más relevantes son aquellos sobre los que existen evidencias de generación de Alpha en períodos largos, concretamente son diez. Aunque algunos de ellos les puedan parecer opuestos en determinadas ocasiones, realmente son complementarios. De este modo se implementa una inversión compensada que funciona a lo largo de todo el ciclo económico: crecimiento vs valor, pequeñas compañías vs baja volatilidad, revisión de beneficios vs dividendo, calidad vs situaciones especiales y momentum vs reversión a la media.
En el siguiente gráfico mostramos la evolución de los índices globales sobre algunos de los factores más representativos en los últimos 30 años. Observamos como “Momentum” y “Calidad” han sido los más rentables, pero también los que más sufren en los mercados bajistas, períodos donde los factores como “Valor” y “Baja volatilidad” tienen un mejor comportamiento.
Invertir en diferentes factores aporta una diversificación mejor y más real que hacerlo entre diferentes clases de activos, puesto que las correlaciones entre factores son bajas, ya que el comportamiento de cada factor ante diferentes momentos del ciclo suele ser diferente.
En el siguiente gráfico podemos ver el binomio rentabilidad- riesgo en los diferentes índices factoriales del MSCI desde 1988, todos están por encima del índice genérico MSCI World (en rojo).
Esta es una tabla de correlación entre diferentes factores sobre los últimos 15 años:
Tras las caídas de los mercados en la recta final del pasado año, y la fuerte recuperación experimentada en 2019, la incertidumbre continúa estando presente, pero también existen oportunidades de las que una estrategia basada en inversión multifactorial puede beneficiarse. Por ejemplo, el factor momentum está recogiendo la tendencia alcista de los mercados en el último trimestre, y el factor de baja volatilidad protegerá la cartera frente a eventos de estrés.
Si diversifica su renta variable por país, región o sector… ¿por qué no dar un paso más y diversificarla según los factores que condicionan su comportamiento?